Los españoles, amenazados en Mauritania por la sentencia del caso de la menor obligada a casarse
- España dictó cárcel para la madre, padre y 'primo-marido' de la menor
- En una concentración en Mauritania, piden al pueblo que se solidarice con esta familia
- Reclaman libertad para ellos, si no lo españoles sufrirán las represalias en el país
Los familiares de los tres mauritanos condenados en España por obligar a una menor a mantener relaciones sexuales con un adulto han amenazado a la comunidad española en Mauritania advirtiendo que podría sufrir represalias si no se les pone en libertad. El fallo judicial está a la espera de la resolución del Supremo.
"Si no se acaba con la injusticia cometida con nuestros parientes en España, no podremos impedir que mauritanos descontentos reaccionen con violencia contra la comunidad española en Nuakchot", ha advertido Sidi Brahim Sidat, antiguo diplomático mauritano, ante varias centenares de personas frente a la iglesia de Nuakchot.
En el acto, se ha leído una 'fatua' (edicto islámico) de uno de los más conocidos ulemas mauritanos, Cheij Mohamed El Hacen Uld Dedú, en la que se insta a los musulmanes a solidarizarse con esta familia.
Además, el pasado martes recogieron firmas para anular la sentencia y apoyar a la familia. Numerosos visitantes se acercaron a plasmar su firma y adherirse así a una iniciativa que se mantendrá hasta el 30 de junio, según publica La voz digital. Al parecer han convocado diferentes actividades de sensibilización para que el Supremo revoque la sentencia.
El conflicto remite a una joven de padres mauritanos, nacida en Cádiz en 1992, y que, a los 12 años, según relató en el juicio, volvió a Mauritania con su madre. Tras unos meses allí, en 2005, la madre la obligó a casarse con un primo suyo, de 39 años de edad.
La menor regresó a España y cuando el marido llegó en junio de 2007, sus padres la amenazaron para obligarla a acostarse con él, a lo que ella se negaba hasta que una noche, según dijo, el marido la violó. La joven se puso en contacto con unos vecinos españoles con los que había estado viviendo y ellos fueron los que pusieron la denuncia.
El pasado 23 de marzo la Audiencia Provincial de Cádiz condenó al marido a 13 años y 6 meses de prisión por delito de agresión sexual, mientras que a la madre se le impusieron 17 años como coautora de la agresión y por coacciones y amenazas, y al padre, un año y seis meses por amenazas.
En la protesta de este domingo, el abogado Mohamedhen Uld Ichidu ha apelado a la reciprocidad entre los dos Estados, y ha precisado que en Mauritania las leyes al respecto del estado civil no se aplican a los extranjeros, salvo si una de las dos partes es de nacionalidad mauritana.
Entre los presentes en la sentada hubo parlamentarios y militantes de derechos humanos, que enseñaron fotos de los hijos del matrimonio condenado en España.