Sarkozy reúne al Parlamento en Versalles; una primicia desde 1848 que irrita a la oposición
- En un solemne discurso, el presidente francés explicará sus planes para el resto de mandato
- La oposición boicoteará el acto porque cree que va contra la independencia del legislativo
- Hasta el año pasado, la Constitución prohibía al jefe del Estado dirigirse a los parlamentarios
Por primera vez desde 1848, un presidente francés se dirigirá este lunes a las dos cámaras del Parlamento, que se reunirán en el Palacio de Versalles para escuchar los proyectos de Nicolas Sarkozy para la segunda mitad de su mandato. La oposición cree que este acto, posible gracias a una reforma constitucional del año pasado,atenta contra su independencia.
Será un discurso solemne, en el que el jefe del Estado hará balance de lo que lleva de mandato y abordará las cuestiones más candentes de la actualidad en Francia, como el debate sobre la prohibición del burka o el relativo al posible aplazamiento de la edad de jubilación.
El Elíseo ha avanzado que Sarkozy explicará lo que él quiere para los franceses, el que será su plan de gobierno para los próximos meses, y sus orientaciones de política europea tras su triunfo en las recientes elecciones al Parlamento Europeo.
De lo que no está previsto que hable es de la inminente remodelación de su Gobierno que implicará el cambio de, al menos, dos titulares ministeriales, ya que la ministra de Justicia, Rachida Dati y el de Agricultura, Michel Barnier, dejarán sus puestos para ocupar un escaño en la Eurocámara.
Su discurso, sin duración determinada, se retransmitirá en directo por televisión, a partir de las 15.00 horas (misma hora en la España peninsular).
Una vez haya concluido, y siempre que el presidente ya haya abandonado el Palacio, los diputados y senadores iniciarán un debate parlamentario sin voto. Aunque no todos: los comunistas y los ecologistas no se desplazarán al colosal recinto de las afueras de París, mientras que los socialistas no tomarán la palabra en señal de protesta.
La oposición ve en este acto una profundización del presidencialismo.
La histórica intervención de Sarkozy ante diputados y senadores será posible por la reforma constitucional votada y aprobada el pasado julio, que levantó la prohibición de que los jefes de Estado se dirijan a los parlamentarios, tal y como establecía la Constitución de 1875.
El último en hacerlo fue Luis Napoleón Bonaparte en 1848, durante la II República --aunque entonces el Parlamento francés era unicameral--, cuando prestó juramento tras su elección ante la Asamblea Nacional.