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El fiscal pide imputar al padre y la hermana de los jefes del boliviano que perdió un brazo

  • El Ministerio Fiscal ha pedido que declaren en calidad de imputados
  • La hermana es la gerente de la panificadora y el padre participa en el negocio
  • También reclama que se rastreen las cuentas bancarias de los jefes

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El Ministerio Fiscal ha pedido que declaren en calidad de imputados la hermana y el padre de los dos jefes del trabajador boliviano que perdió el brazo izquierdo con una máquina de amasar en una panificadora del polígono Real de Gandía (Valencia) el pasado 28 de mayo, según fuentes próximas a la  investigación.

En su escrito, el fiscal solicita la declaración de la hermana de los dos jefes -también hermanos-, por ser la gerente del establecimiento, y la del padre, puesto que tiene una participación en el negocio, según las mismas fuentes.

También reclama que se rastreen las cuentas bancarias de los jefes, que se encuentran en libertad provisional con cargos desde el 18 de junio; que se les embarguen los bienes, si es que procede; y que se averigüen certificaciones. Además, pide que declaren como testigos los compañeros del joven inmigrante, de 33 años.

Tras solicitarlo, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Gandía, encargado de la causa, podría llamar a declarar próximamente a la hermana y el padre como imputados, después de que ya lo hiciera con los hermanos e hijos el pasado 18 de junio, quienes aseguraron que no tenían ninguna responsabilidad porque las medidas de seguridad fueron manipuladas por los trabajadores.

Los jefes declararon que no iban nunca a la panificadora

Los hermanos y jefes de la panificadora, quienes estuvieron casi cuatro horas declarando ante el magistrado, también afirmaron que ellos nunca iban al local, porque los empleados tenían llaves, e  indicaron que se deshicieron del brazo del joven boliviano porque  consideraron que era inservible, porque estaba totalmente destrozado.

En cuanto al traslado del herido al hospital, afirmaron que le acompañaron hasta el hospital y que incluso uno de ellos tuvo que ser atendido por un shock emocional, algo que el joven herido niega, ya que mantiene que uno de los jefes le abandonó unos 50 metros antes de llegar al hospital.

De hecho, este joven, que está citado a declarar el próximo día 3 de julio, afirmó que suponía que sus jefes se habían comportado de esta manera porque no tenía ningún tipo de contrato ni estaba dado de alta en la Seguridad Social. Esta situación era la misma que la de sus otros seis compañeros, que también trabajaban en condiciones irregulares, según las mismas fuentes.