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Escala de Richter, el termómetro de la destrucción

  • Fue creada en 1935 por Charles Richter con la colaboración de Beno Gutemberg
  • Se basa en la medición de la longitud de las ondas que provoca un seísmo
  • El más alto registrado en sismógrafo fue de nivel 9,6 y ocurrió en Chile en 1960
  • En España, el de mayor nivel alcanzó magnitud 5 en Granada en 1950
  • Su intensidad más alta es 12, equivalente a la fractura del núcleo de la Tierra
  • Hay otra escala, la de Mercalli, que mide en base a la destrucción provocada

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El terremoto de Ciudad de México en 1985 causó miles de muertos y la destrucción de buena parte de sus edificios.
El terremoto de Ciudad de México en 1985 causó miles de muertos y la destrucción de buena parte de sus edificios.

La escala de Richter es el sistema de medición mundialmente utilizado a la hora de valorar la intensidad de un terremoto.

Fue creado en 1935 por el norteamericano Charles Richter con la colaboración de Beno Gutemberg y se basa en el hecho de que un seísmo puede ser medido en base a la amplitud de sus ondas.

Así, Richter propuso una fórmula logarítmica en base al tiempo transcurrido entre las ondas P -las que hacen vibrar al medio en la misma dirección que la del desplazamiento de la onda- y las ondas S -que hacen vibrar al medio en sentido perpendicular-.

Crecimiento exponencial

La escala aumenta exponencialmente, de modo que un terremoto de intensidad 4 no es el doble que otro de intensidad 2 sino 100 veces mayor y así de forma sucesiva.

Un seísmo que tenga una magnitud a 3,5 en esta escala habitualmente no es percibido, pero puede llegar a causar algunos daños menores.

A partir de ese punto de la escala, y hasta 5,5, el terremoto puede sentirse pero apenas causará daños.

La cosa empieza a complicarse a partir de 5,5. Hasta 6, los desperfectos pueden ser leves en edificios y construcciones y a partir de ese punto y hasta 7 los daños ya son serios.

Entre 7 y 7,9 nos encontramos con un terremoto mayor, que puede dejar altas cotas de destrucción.

Y a partir de 8 estamos ante un gran terremoto, con capacidad de ocasionar un desastre total en un importante área.

La escala no termina en el 10, como sería logico pensar, sino que llega hasta 12, punto que Richter hace equivaler a la fractura de la Tierra por el núcleo y a una potencia de energía equivalente a 1 billón de toneladas de trinitrotolueno.

Los más intensos

Hasta la fecha, el terremoto que mayor intensidad ha alcanzado en la escala de Richter fue el que tuvo lugar en Valdivia (Chile) en 1960, que alcanzó una magnitud de 9,6.

El seísmo, que duró diez minutos, causó la muerte a cerca de 3.000 personas y otros 2 millones de damnificados.

Su onda expansiva afectó al océano Pacífico, provocando un maremoto de 10 metros de altura que alcanzó el archipiélago de Hawai, a más de 10.000 kilómetros de distancia del epicentro.

El segundo más importante registrado en sismógrafo, con una magnitud de 9,2, fue el que se produjo en 2004 en diciembre de 2004 en el océano Pacífico, con epicentro en la costa oeste de Sumatra.

El terremoto provocó una serie de tsunamis que afectaron a varios países costeros del Índico como India, Indonesia, Sri Lanka o Tailandia y causó 230.000 víctimas.

Otro de los grandes terremotos registrados fue el de México DF en 1985, con intensidad de 8,1. Aunque nunca se llegó a saber el número exacto de víctimas, algunas fuentes elevan la cifra hasta los 40.000 muertos.

En España, el seísmo que produjo una mayor destrucción tuvo lugar en 1950 el municipio granadino de Albolote y alcanzó una intensidad 5 en la escala.

El suceso provocó 13 víctimas, varios heridos y la destrucción total de los municipios de Albolote y Atarfes.

El seísmo también provocó daños en localidades como Santa Fe, Macarena y algunos barrios de granada y sembró el temor en una amplia zona de la provincia.

Sin embargo, el que alcanzó mayor intensidad en la escala de Richter tuvo lugar en noviembre de 1755: se produjo al suroeste del Cabo de San Vicente, alcanzó una magnitud de 8,5 y provocó un tsunami de casi 15 metros de altura que afectó a Europa occidental y norte de África.

La alternativa, la escala de Mercalli

Aunque la de Richter es la más utilizada, no es la única escala usada para medir seísmos. En 1902, tres décadas antes que Richter, el italiano Giuseppe Mercalli había creado otro sistema para calibrar los terremotos.

La principal diferencia entre ambas escalas es que, mientras la de Richter mide la intensidad, la de Mercalli permite conocer la magnitud en base a los daños y la destucción que provoca un terremoto.

Sus grados se expresan en número romanos y va desde el grado I o muy débil, imperceptible para la mayoría excepto en condiciones favorables, hasta el XII o catastrófico, en el que se produce una destrucción total con pocos supervivientes.