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La Policía llegó al comando detenido en Guipúzcoa siguiendo la pista de Jurdan Martitegi

  • El hilo partió de una investigación relacionada con una de las furgonetas de Martitegi
  • Los tres 'legales' estaban localizados y vigilados desde diciembre de 2007
  • La recepción de los 75 kilos de explosivos ha sido el detonante de la detención

Los detenidos no lograron contactar con ningún miembro de ETA desde la recepción

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Una investigación relacionada con una de las furgonetas utilizadas por Jurdan Martitegi, uno de los jefes del 'comando Vizcaya', parte del cual fue desarticulado el pasado verano, condujo hasta los tres detenidos la pasada madrugada en Guipúzcoa

Las pesquisas de los agentes permitieron situar a los tres 'legales' en diciembre de 2007, pero fue la recepción de los 75 kilos de explosivo el motivo que ha acelerado su detención, según fuentes de la lucha antiterrorista.

Los agentes se fijaron en Patxi Uranga Salbide, Olatz Lasabaster Anza y Ainara Vázquez Martínez y montaron un dispositivo para vigilarlos. Hace semanas, los policías detectaron lo que podría ser una recepción de material explosivo por parte de los mismos y, tras estrechar la vigilancia, decidieron actuar.

Las fuentes consultadas explicaron que los detenidos no han logrado contactar con ningún miembro de ETA desde que recibieron el explosivo y que las detenciones de los últimos meses podrían haberlos dejado "aislados", a la espera de retomar el contacto con la organización terrorista.

Martitegi fue detenido en el sur de Francia el pasado 18 de abril en Montauriol (Francia), cuando ya ocupaba el puesto de jefe del 'aparato militar' de ETA, tras las caídas de 'Txeroki' y 'Gurbitz'.

Sin embargo, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, defendió que los tres presuntos miembros de ETA detenidos formaban un comando "armado" de miembros legales "en condiciones de actuar" de manera "inminente" y que para ello contaban con "todo lo necesario".

Ese material se reparte en 65 kilos de nitrato, 10 kilos de polvo de aluminio, 25 metros de cordón detonante, diverso material destinado a la confección de dispositivos y un juego de grilletes, junto con teléfonos móviles y dos walky-talkies. Camacho reconoció que no había material para formar bombas-lapa y no se refirió en ningún momento al hallazgo de temporizadores o detonadores.