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Rompen a pedradas las ventanas de la iglesia de Belfast que acogió a un centenar de rumanos

  • El pastor afirma que la iglesia nunca había sido atacada "de esa manera"
  • En el edificio se refugiaron el miércoles 22 familias rumanas de etnia gitana
  • Hoy comparece ante el juez un joven acusado de intimidar a estas personas

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Romanians arrive with some of their possessions at the Ozone Leisure Centre in East Belfast
Rumanos en un centro de acogida de Belfast tras abandonar sus casas por los ataques racistas.

La iglesia protestante del sur de Belfast que ha servido recientemente de refugio a más de un centenar de rumanos fue atacada la pasada noche por individuos que rompieron a pedradas varias ventanas, según la Policía de Irlanda del Norte.

  

Los daños los ha descubierto esta mañana el pastor Malcolm Morgan, quien el pasado miércoles acogió en la City Church de esta zona de la capital a 22 familias rumanas de etnia gitana que huían de agresiones racistas.

  

El religioso ha asegurado a los medios locales que la iglesia "nunca había sido atacada antes de esta manera", aunque precisó que aún es pronto para considerar esta acción como una represalia por la acogida de los 115 refugiados, entre los que había una niña de sólo cinco días de edad y 48 menores más.

  

Morgan afirma que "es muy triste. La semana pasada sólo recibimos comentarios positivos, muchos correos electrónicos y gente de la zona nos agradecieron lo que hicimos, por eso lo de esta mañana es toda una sorpresa", en declaraciones a la agencia de noticias Press Association (PA).

Otros ataques

  

Por otra parte, un joven de 21 años comparece hoy ante un tribunal de Belfast acusado de intimidar a varios miembros de esta minoría étnica, informaron fuentes judiciales.

  

Otros dos menores, de 15 y 16 años, permanecen en libertad vigilada en la capital norirlandesa mientras un tribunal juvenil tramita varios cargos presentados contra ellos por su supuesta participación en los ataques racistas.

  

Tras su huida el pasado miércoles a la iglesia protestante, las autoridades alojaron ese mismo día a los rumanos en un centro de recreo y, después, les han podido acomodar temporalmente en un barrio con casas ahora abandonadas próximo a la Queen's University.

  

El éxodo de las familias ha movilizado a toda la clase política norirlandesa, así como a representantes comunitarios y organizaciones humanitarias, que trabajan ahora para reforzar su seguridad y evitar su vuelta a Rumanía.

  

La portavoz policiaI indica que las fuerzas del orden trabajan para identificar a los responsables de otro ataque racista perpetrado contra un domicilio de rumanos el pasado jueves en el este de Belfast, al tiempo que descarta la implicación de grupos paramilitares protestantes, cuyos líderes han condenado los incidentes.