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La oposición anula las protestas mientras prosigue el pulso político en Irán

  • La decisión se toma tras los últimos enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes
  • También se han anulado las ceremonias religiosas en recuerdo de las víctimas
  • El Gobierno ha advertido que estas ceremonias son ilegales y que se usará la fuerza

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La oposición iraní ha decidido anular la concentración prevista para este jueves, después de que ayer la Policía y los grupos de milicianos islámicos Basij reprimieran con especial crudeza una marcha frente al Parlamento.

Según explicaron miembros de la plataforma "Etemad Melli", su líder, el clérigo reformista Mehdi Karrubí, ha anulado la ceremonia que pretendía celebrar en esta jornada en recuerdo de las personas muertas en los últimos trece días de protestas por el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 12 de junio.

"Es una situación injusta, porque no se deben prohibir las ceremonias religiosas en mezquitas. Pero el Ministerio nos ha advertido de que es ilegal y de que se empleará la fuerza", explicó la fuente, que prefirió no identificarse.

Irán es escenario desde hace casi dos semanas de movilizaciones callejeras y enfrentamientos en los que han muerto al menos una veintena de personas, según fuentes oficiales.

Las marchas han sido espoleadas por los tres candidatos perdedores de las elecciones, que han denunciado un fraude masivo en favor del actual presidente, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, quien obtuvo una inesperada mayoría absoluta.

El régimen, sin embargo, ha acusado a las países occidentales, y en especial a Estados Unidos y el Reino Unido, de conspirar para tratar de provocar lo que Teherán denomina como "una revolución de terciopelo".

Los cierto es que el resultado electoral ha puesto de manifiesto la disensión en el seno de la cúpula iraní y en particular entre el líder supremo, el ayatolá Ali Jameneí, que respalda a Ahmadineyad, y el ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanayaní, que apoya al principal candidato derrotado, Mir Husein Musaví.

Precisamente estos dos últimos mantuvieron ayer una reunión con varios disputados y responsables en el Parlamento, al parecer para poner fin a las protestas y a la represión violenta.

"Los parlamentarios le pidieron al ayatolá Rafsanayaní que ayude a resolver los problemas y les dio su apoyo. Esperamos ahora las medidas prácticas para que esta situación concluya de una vez", dijo el presidente de la Comisión de Seguridad nacional de la Cámara, Ala Edin Boroujerdi.