Detienen a ocho empleados de la embajada británica en Teherán por participar en las manifestaciones
- El Gobierno iraní los acusa de haber "desempeñado un papel importante" en los disturbios
- Irán ha acusado a los países occidentales de espolear a los manifestantes
Ocho empleados locales de la embajada británica en Teherán han sido arrestados por la Policía iraní, acusados de participar en los disturbios desatados en el país tras la polémica reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad
Según la agencia de noticias local Fars, que no ofrece más detalles, las citadas ocho personas "han desempeñado un papel importante" en la oleada de protestas y la violencia que ha sacudido Irán desde que se conocieran los resultados electorales, que la oposición ha denunciado como fraudulentos.
El régimen iraní ha acusado a los países occidentales, y en espacial a Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania, de espolear los disturbios y de tratar con ello de causar lo que denomina como una "revolución de terciopelo".
La semana pasada, el ministerio iraní de Asuntos Exteriores confirmó la expulsión de dos diplomáticos británicos a los que acusa interferir en los asuntos internos del país.
Mañana deberán abandonar Teherán el primer y el segundo secretario de la citada legación.
En una decisión recíproca, el primer ministro británico, Gordon Brown, anunció la expulsión de Londres de otros dos diplomáticos iraníes.
Tensas relaciones
Las siempre tensas relaciones entre ambos países se deterioraron en la última semana, después de que Irán acusara al Reino Unido de estar detrás de las protestas y disturbios pos electorales.
El pasado 13 de junio, tras conocerse la victoria de Ahmadineyad, cientos de miles de personas salieron a la calle para protestar por lo que consideran un fraude masivo.
Las protestas, que se han prolongado durante dos semanas y han segado la vida de al menos una veintena de personas, fueron reprimidas con extrema violencia por las Fuerzas de Seguridad iraníes, secundas por milicianos islámicos "Basij".
La semana pasada, Irán llamó a consultas a su embajador en Londres en protesta por lo que considera "una injerencia" británica en sus asuntos internos.
Hace una semana, Irán expulsó al corresponsal permanente en Teherán de la televisión británica BBC, John Leyne, acusado de instigar los disturbios con sus informaciones.