Madoff condenado a 150 años de cárcel

• El juez dicta una sentencia ejemplarizante, los 150 años que pedía la Fiscalía
• Madoff pasará el resto de su vida entre rejas, en una cárcel de máxima seguridad
• El financiero que estafó 65.000 millones ha pedido perdón a sus víctimas
• "Dejo una herencia de vergüenza a mi familia y mis nietos"
• El juez ya ha confiscado las propiedades de Madoff
• Las víctimas tendrán que pelear por recuperar parte de su dinero

Madoff condenado a 150 años de cárcel por once delitos de fraude, lavado de dinero, perjurio y robo

Bernard Madoff ha sido condenado a 150 años de cárcel por once delitos de fraude, lavado de dinero, perjurio y robo. En la práctica y en teoría, una cadena de por vida en una prisión de máxima seguridad: Madoff tiene 71 años; saldría con 221. 

El juez Denny Chin ha querido dar una sentencia ejemplarizante: "tenemos que mandar el mensaje más duro posible. Los símbolos son importantes". Lo normal en los delitos de guante blanco en Estados Unidos es una pena de entre 15 y 20 años. La Fiscalía pedía 150; el abogado de Madoff, Ira Sorkin, solicitaba 12. Las vïctimas han recibido la sentencia satisfechas, con aplausos, pero preocupadas.

El financiero responsable de una de las mayores estafas de la historia de Wall Street ha salido unas horas de la cárcel para oír su sentencia. Ha acudido al tribunal vestido con traje oscuro, camisa blanca y corbata de color crema, no con el uniforme de presidario. Ha hablado durante seis minutos. Una pequeña concesión del tribunal federal de Manhattan. Después de que lo hicieran nueve de las víctimas, algunas fuera de sí, no inclinadas precisamente a la misericordia. Lo han hecho en la sala más grande que han podido encontrar en la corte.

Madoff ha reconocido su responsabilidad con voz firme. Ha pedido perdón, mirando fijamente a sus víctimas, aunque sabe que ninguna disculpa puede aliviar su sufrimiento. "Vivo atormentado, consciente de todo el dolor y sufrimiento que he ocasionado. Como han señalado algunas de mis víctimas, dejo una herencia de vergüenza a mi familia y mis nietos". La vista ha durado menos de dos horas.

El calvario de las víctimas del esquema Ponzi

Madoff fue detenido a finales del año pasado después de confesar que había montado un chiringuito financiero. Una estafa piramidal de cerca de 65.000 millones de dólares. Cometida durante décadas. Ante las narices de los reguladores. El esquema es tan viejo como Ponzi: Inversiones inexistentes donde el dinero de los últimos clientes servía para pagar los intereses de los anteriores. Humo que ha destruido fortunas y ahorros de toda la vida, organizaciones caritativas y fondos de inversión. En las cuentas de Madoff quedaban menos de mil millones.

Madoff lleva en prisión desde el pasado mes de marzo. Se declaró culpable de fraude, avergonzado y pidió perdón. El juez ya ha confiscado todas sus propiedades: el apartamento de Manhattan donde todavía vive su mujer, la mansión en Palm Beach, otra casa en Montauk, el yate. El estafador se queda sin blanca. El tribunal sólo ha salvado dos millones y medio para su mujer, Ruth. Ella reclama 80 millones más como suyos.

No pesan cargos contra la esposa. Ni contra el resto de la familia, aunque el FBI les tiene bajo vigilancia. Pero es difícil que esto sirva de consuelo a las víctimas. 8.800 han reclamado pero hay muchas más. Sólo se ha recuperado una pequeña parte de lo estafado. Poco más de mil millones, incluyendo los depósitos de dos hedge funds. Ni contando lo que cubre el seguro -el fondo de garantía cubre hasta medio millón por cliente en el mejor de los casos- salen las cuentas. Y los afectados pelearán por los restos.

Los más afortunados recuperarán su dinero a través de los bancos que actuaron de intermediarios. Otros no tienen tanta suerte. Un ingeniero jubilado de 80 años ha perdido todos sus ahorros. Ahora tiene que trabajar ocho horas diarias en la carnicería de un supermercado. De pie. Madoff no lo hará en la cárcel.