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El sabor de los Sanfermines lo pone la churrería La Mañueta desde 1872

  • La familia Elizalde lleva casi 140 años preparando "churricos"
  • La Mañueta es la churrería más antigua del país y típica de San Fermín
  • El secreto: utilizar madera de haya para el horno
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Desde las seis de la mañana y hasta las once, un poco más allá de la curva de Mercaderes, ya famosa por el encierro, en las jornadas de San Fermín se puede advertir una larga fila de gente que aguarda su turno para poder degustar unos churros que los entendidos dicen qe son "únicos en el mundo", son los de la currería la Muñueta.

El secreto: la harina no lleva conservantes, el fuego procede de madera de haya cortada con hacha y además, el buen hacer de Paulina Fernández y su familia.

Lo curioso es que esta churrería no funciona como tal durante todo el año. Sólo abre 14 días: el fin de semana anterior a Sanfermines, durante las fiestas y los cuatro domingos de octubre,  pero los "churricos" son tan deliciosos que han permitido que el establecimiento permanezca vivo desde el siglo XIX.

El próximo mes de diciembre se cumplirán 140 años desde que Juan Fernández Calero, el abuelo de Paulina, comenzara a vender churros en la calle Curia, en pleno corazón del casco antiguo pamplonés. Aunque quien más ha trabajado para que el negocio durase tantos años fue Josetxo Elizalde Agorreta, el marido de Paulina.

En la trastienda del local, en la penunbra, duermen unos personajes muy curiosos: cuatro gigantes que el padre de Paulina construyó en 1905.

Según dice Paulina su padre era "un manitas y todos los años hacía algo": un barco, un aeroplano, unas jaulas... Los gigantes, una pareja de reyes europeos y otra de reyes africanos han sido los protagonistas en fechas señaladas de la churrería, como cuando cumplió 100 años, 125, 130 y han bailado para celebrarlo.

A pesar de su edad, la familia Elizalde sigue cuidándolos, arreglan sus vestidos, los mantos, las coronas y las flores. La gigantesca reina europea luce un collar de perlas muy especial hecho con una longaniza seca y huevos vacíos.

Cinco generaciones de la familia Elizalde-Fernández, desde 1872

Durante el poco tiempo que en la actualidad está abierta, en la churrería trabajan muchas personas. Junto a Paulina están sus hijos Elías, José mari, María Paulina, Francisco Javier, Ana María y Fermín. Y, además de la familia, seis personas más. A estas trece personas, en San Fermín se suman además los nietos y nueras de Paulina, por lo que se juntan cerca de 20.

La familia Elizalde Fernández inicia los preparativos para poner a punto la churrería de cara a las fiestas de San Fermín hacia el 20 de junio. Sobre esa fecha se pueden ver, cuidadosamente apilados, los 8.000 kilos de leña de haya (cortada con hacha) que arderán en las calderas para dorar los ricos churros. Es algo que, si estás en San Fermín en Pamplona, no te puedes perder.