Ricardo Martinelli es investido como presidente de Panamá con Zelaya de testigo

• El presidente depuesto de Honduras confirma su regreso en 72 horas
• El príncipe Felipe también ha estado presente en la ceremonia
• Martinelli defiende una "economía libre" en su toma de posesión
• Ha anunciado que se unirá a la lucha contra los "narcoterroristas"

Manuel Zelaya asiste a la toma de posesión del presidente de Panamá

El empresario Ricardo Martinelli, de 57 años de edad, ha sido investido este miércoles nuevo presidente de Panamá para los próximos cinco años en un acto que ha contado con la participación de ocho presidentes y el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.

La banda presidencial le fue impuesta a Martinelli por el nuevo presidente de la Asamblea Nacional, José Luis Varela. La investidura de Martinelli y del también empresario Juan Carlos Varela, como primer vicepresidente, arrancó con la instalación de la Asamblea Nacional, de 71 diputados, y su junta directiva.

No obstante, ha tenido que compartir el foco de atención con el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, que ha confirmado en Panamá que regresará a su país cuando se cumpla el plazo de 72 horasde la OEA para su restitución en el cargo. "Ha empezado su cuenta regresiva con el fin de iniciar un proceso para mi retorno a Honduras", ha señalado Zelaya, en declaraciones en esta capital.

Así pues, el depuesto presidente señaló que su regreso a Honduras será programado para este fin de semana, con "el fin de hacer un retorno ordenado y apoyado por todos los países de la Organización de Estados Americanos (OEA)". También ha instado a los medios de comunicación de Panamá a "ayudar", ya que la prensa de su país, a su juicio, "no transmite nada" de lo que está sucediendo en Honduras.

Martinelli defiende una "economía libre"

En su primer discurso como presidente del país centroamericano, Martinelli ha defendido una "economía libre" y los Tratados de Libre Comercio (TLC). Este empresario de 57 años ha asegurado que el país tiene "las puertas abiertas" para la inversión y que se va a valer de su experiencia en el sector privado para ponerla al servicio del Gobierno.

También se ha mostrado dispuesto a avanzar en los TLC con Estados Unidos y "otros países del mundo" y convertir a Panamá en "el mejor lugar de Latinoamérica para hacer negocios".

Igualmente Martinelli ha afirmado que se unirá a la lucha contra los "narcoterroristas", que ya dejan sentir sus efectos en este país de Centroamérica.

Además, recalcado que cumplirá con sus promesas de campaña como parte integral de un plan para sacar la economía panameña a flote, porque ha asegurado que "ahora es cuando el Gobierno tiene que ser más ágil, más transparente y más eficiente porque vienen tiempos difíciles".

Reconoció que su administración no tendrá los recursos del Gobierno anterior, pero que su gestión comenzará por impulsar "el programa de empleo más grande en la historia de Panamá". 

Un empresario millonario nieto de una española

Martinelli, empresario multimillonario, ha asumido la Presidencia de Panamá tras lograr cerca del 60% de los votos en las elecciones del 3 de mayo, con un mensaje de cambio.

Propietario de una de las más grandes cadenas de supermercados de Panamá, Ricardo Martinelli, nieto de una española y de un italiano, nació en la ciudad de Panamá el 11 de marzo de 1952.

Tras haber ocupado cargos en la administración pública en anteriores gobiernos del Partido Revolucionario Democrático (PDR) y del Partido Panameñista (PP), Martinelli se decidió por crear su propio partido, Cambio Democrático (CD), fundado en mayo de 1998. Al frente de esta formación, en su carrera por alcanzar la Presidencia, demostró su habilidad de negociación al formar una coalición, llamada Alianza por el Cambio, bajo su liderazgo.

Martinelli ha logrado forjar esta coalición incorporando a uno de los partidos con más tradición en Panamá, el Partido Panameñista (PPa), e incluyendo también al Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena), así como a Unión Patriótica (UP). Martinelli es considerado un populista que no se define ni de izquierdas ni de derechas pese a sus lazos con el mundo empresarial.