La Eurocámara logra retrasar hasta otoño la ratificación de Barroso como presidente de la CE
- Lo ha confirmado el primer ministro sueco Fredik Reinfeldt
- Los grupos socialista y verde habían pedido el aplazamiento
- Barroso ha dicho que "comprende y respeta" la decisión
- El retraso podría abrir la opción de una segunda candidatura
El Parlamento Europeo ha logrado retrasar hasta otoño la ratificación de José Manuel Durao Barroso para seguir al frente de la Comisión Europea otros cinco años.
El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, ha anunciado que la votación en la Eurocámara no se celebrará el 15 de julio, tal y como pretendían los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, sino que se aplaza al menos hasta septiembre, como reclamaban los grupos socialista y verde en el Parlamento.
El primer ministro sueco ha explicado que, siguiendo el encargo que le hicieron los líderes europeos, durante la última semana ha consultado el nombramiento del portugués con los presidentes de los grupos políticos en la Eurocámara. Aunque varios partidos están a favor de votar el 15 de julio, especialmente los populares europeos, "algunos grupos importantes han dicho que no están dispuestos en este momento y que les gustaría retrasar la decisión ligeramente", dijo, sin nombrar a socialistas y verdes.
Reinfeldt ha indicado que los líderes europeos aceptan que se retrase la votación sobre Barroso porque quieren respetar la "independencia" de la Eurocámara y evitar "un conflicto entre instituciones europeas". Por ello, en las próximas semanas formalizarán la decisión jurídica de nombrar a Barroso y esperarán a que los grupos políticos decidan sobre cómo y cuándo votar. En todo caso, avanzó que espera que sea "en un futuro próximo".
Barroso "comprende y respeta" la decisión
Por su parte, el propio Durão Barroso ha dicho que "comprende y respeta" la decisión de que su reelección se vote después del verano ante las peticiones de más tiempo por parte de varios grupos del Parlamento Europeo (PE), ha asegurado su portavoz.
La noticia no ha causado sorpresa en el entorno de Barroso y su portavoz ha insistido en que el jefe del Ejecutivo comunitario no tenía ningún compromiso con la fecha del 15 de julio. El presidente, según la portavoz, "comprende y respeta plenamente la necesidad de más tiempo expresada por el Parlamento".
Los jefes de Estado y de Gobierno recomendaron la renovación del mandato de Barroso en su cumbre de junio, pero no le nombraron oficialmente como candidato a la espera de contactos con la Eurocámara, que debe darle el visto bueno. Respaldado por el grupo conservador del Partido Popular Europeo (PPE), el mayor del PE, Barroso necesitará sin embargo el apoyo de diputados de otros grupos para salir reelegido.
Sarkozy apoya "el metodo y el calendario"
Por su parte, Sarkozy ha asegurado que Francia "apoya plenamente tanto el método como el calendario" decidido por la presidencia sueca porque "es el único posible para encontrar un acuerdo entre el Consejo y el Parlamento". "Que la designación sea el 15 de julio o el 15 de septiembre no es un drama", ha resaltado el presidente francés.
"Lo importante es que no haya conflicto entre dos grandes instituciones como son el Parlamento Europeo y el Consejo", ha insistido Sarkozy. "Vamos a llegar a la designación del señor Barroso. Yo espero que sea en septiembre", dijo.
El retraso podría abrir opciones a un segundo candidato
Aunque los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete apoyaron de forma unánime la continuidad de Barroso al frente de la Comisión en la cumbre celebrada el 18 y 19 de junio, el retraso en la ratificación parlamentaria complica las cosas para el portugués y podría facilitar la emergencia de un candidato conservador alternativo.
De hecho, un importante dirigente del PP europeo que habló tras las elecciones con la condición de no ser identificado afirmó que "si no le eligen en julio, Barroso está muerto".
También se mantienen las dudas sobre la base legal que se utilizará para votar al presidente de la Comisión, ya que se prevé que en otoño se complete la ratificación del Tratado de Lisboa si los irlandeses dicen 'sí' en el referéndum que tendrá lugar a principios de octubre. El Tratado de Niza exige que el presidente de la Comisión sea ratificado por la mayoría simple de los eurodiputados presentes, mientras que el de Lisboa exige un apoyo de la mitad más uno de todos los parlamentarios