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Obama viaja a Rusia con la intención de renegociar la reducción de armamento nuclear

  • El presidente de EE.UU. llegará a Moscú el lunes por la mañana
  • Se reunirá de inmediato con el presidente ruso para abordar el tratado nuclear
  • El nuevo tratado, que se espera listo para fin de año, sustituiría al actual START de 1991
  • Obama mantendrá el martes un desayuno de trabajo con el primer ministro, Vladímir Putin

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Los presidentes de EEUU, Barack Obama, y de Rusia, Dmitri Medvédev, esperan firmar en su reunión del lunes en Moscú un acuerdo que siente las bases para la negociación de un tratado de reducción de cabezas nucleares, según la Casa Blanca.

En declaraciones a la prensa en Moscú, el coordinador de la Casa Blanca para asuntos de armamento de destrucción masiva, Gary Samore, afirmó que "esperamos que mañana haya un anuncio".

El tratado, que ambas partes esperan tener concluido para fin de año, sustituiría al actual START de 1991, que expira este diciembre.

Obama, que tras Rusia viajará a Italia para participar en la cumbre del G8 y a Ghana -su primera visita presidencial a un país africano-, tiene previsto salir de Washington a última hora de la tarde del domingo y llegar a Moscú el lunes por la mañana, para reunirse de inmediato con el presidente ruso y ofrecer una rueda de prensa.

El presidente estadounidense también se reunirá, el martes en un desayuno de trabajo, con el primer ministro ruso, Vladímir Putin, del que muchos consideran que es aún la figura clave en Moscú pese a abandonar la presidencia hace un año, y pronunciará un discurso sobre las relaciones entre ambos países.

Progresos en las negociaciones

Según explicó Samore, desde el pasado abril, cuando ambos mandatarios expresaron su voluntad de lograr ese tratado, los negociadores de ambos países han logrado "progresos" en los distintos aspectos que abarcará el nuevo documento.

Hasta el momento no se ha cerrado el número de cabezas nucleares que se podrían eliminar, a la espera de llegar a un acuerdo en otras áreas.

Entre otras cosas, un aspecto clave es las diferencias entre los distintos sistemas, sus ojivas nucleares y cómo están distribuidas en sus vectores. Los rusos cuentan con más cabezas nucleares en menos vectores, mientras que los estadounidenses reparten más sus cabezas nucleares entre más vehículos.

Otro asunto por resolver es cómo atajar la cuestión de los sistemas concebidos para uso nuclear pero que hoy día o bien han dejado de usarse por obsoletos, como es el caso de los aviones B52 estadounidenses, o bien cuentan con aplicaciones civiles. Es necesario también, explicó Samore, establecer las reglas para las inspecciones.

El escollo del escudo antimisiles

Pero por el momento el mayor escollo parece provenir del escudo de defensa antimisiles que EEUU planea en Europa del Este, y que Rusia considera una amenaza.

Según Samore, EEUU "cuenta con un buen argumento acerca de que nuestra defensa de misiles en Europa no representa una amenaza que impida un acuerdo en la reducción de cabezas nucleares".

El diseño del escudo, que tal y como está concebido ahora mismo contará con una decena de interceptores en Polonia y un sistema de radares en la República Checa, explicó Samore, es "muy modesto" y de dimensiones muy inferiores a las necesarias si se planteara hacer frente a una supuesta amenaza rusa.

El objetivo de ese sistema, insistió el alto funcionario, es hacer frente a la amenaza de Irán o Corea del Norte, que cuentan "con un número muy pequeño" de misiles que pudieran atacar Europa.

Samore reconoció que, pese a los avances, "aún queda un largo camino para finalizar" el tratado. No obstante, subrayó que Obama, que el pasado abril en Praga planteó una propuesta para un mundo futuro sin armas nucleares, cuenta con un "interés personal" en sacar adelante el tratado.