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¿España por Italia en el G-8?

  • El caos de la próxima cumbre de L'Aquila alimenta los rumores de una expulsión de Italia
  • Diplomáticos y analistas critican la mala organización y la falta de propósitos de la reunión
  • España se ha postulado para ingresar en el club de los países más industrializados

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Tres meses después del devastador terremoto que sacudió la región de Los Abruzzos, la ciudad de L'Aquila se prepara para acoger a partir del miércoles la cumbre del G-8, por expreso deseo del presidente italiano, Silvio Berlusconi, en solidaridad con la región. Sin embargo, los caóticos preparativos de la reunión están haciendo que crezcan las peticiones para expulsar a Italia del selecto club, según recoge The Guardian.

El diario británico explica que la ausencia de iniciativas significativas en la agenda han llevado a que Estados Unidos tome el control de la misma, organizando los encuentros entre altos diplomáticos para tratar de insuflar contenido a la reunión. Finalmente, el compromiso más relevante será una iniciativa sobre seguridad alimentaria, de importancia relativa.

"Que otro país organice las reuniones no tiene precedentes", señala un diplomático a The Guardian, añadiendo que "los italianos han estado horribles. No ha habido procesos ni planificación". Otro diplomático europeo, implicado en la preparación de la cumbre, señala que el G8 "es un club y los miembros de los clubes tienen obligaciones. Italia no los está cumpliendo".

España, posible sustituto

Las críticas han crecido hasta sugerir que Italia debería ser expulsada del G-8, incorporando a otro país. The Guardian señala que una de las posibilidades contempladas es España, que ha superado a Italia en renta per capita y aporta un mayor porcentaje de su PIB en ayuda al desarrollo.

Mientras el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, evitaba responder a las críticas, el analista Richard Gowan, del Centro para la Cooperación Internacional de Nueva York, señalaba que "los preparativos italianos para la cumbre han sido caóticos desde el principio hasta el final".

Los más críticos señalan que el Gobierno de Berlusconi ha intentado maquillar la falta de contenido aumentando el número de invitados: los jefes de Estado y de Gobierno esperados en L'Aquila oscilan entre 39 y 44.

Alternativas

Estas críticas, además, coinciden con el cuestionamiento del G-8 (compuesto por Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Italia, Japón, Alemania y Rusia) como grupo que lidere la resolución de los problemas mundiales, sopesando su sustitución por el G-20 o por un grupo ampliado con los países emergentes, como China, India, Brasil, México y Sudáfrica, que ya participan en los márgenes de las actuales reuniones.

En cualquier caso, las posibilidades españolas serían escasas, ya que Estados Unidos ve al G-8 excesivamente escorado hacia Europa y preferiría consolidar la representación de la Unión Europea. Lo que también choca con los intereses de los miembros europeos, que se resisten a dejar su asiento.