San Fermín se vive en Madrid
- Más de medio centenar de personas ha visto el chupinazo de este año desde la capital
- Esta cifra supone el récord de participación en sus 28 años de historia
- Se han repartido 75 kilos de chistorra y 35 cajas de vino de la tierra
Navarra se ha instalado en Madrid. Como cada 6 de julio desde hace 28 años, la parroquia San Fermín de los Navarros, situada en el madrileño paseo Eduardo Dato, celebra su particular chupinazo. Medio centenar de personas ha acudido a la celebración de este año, lo que supone un récord de asistencia. Gran parte de ellos ha acudido ataviado con los colores rojo y blanco, típicos de la vestimenta de San Fermín.
El acto incluye el tradicional chupinazo con el que Navarra inaugura cada año sus fiestas más importantes, precedido de 12 campanadas con cuartos incluidos, al estilo de las de Fin de Año. Tras las campanadas suena el himno de las Cortes de Navarra con la melodía de las campanas. Los Sanfermines comienzan oficialmente en Madrid al grito de "¡Viva San Fermín!, ¡Viva Pamplona!, ¡Viva Madrid!, ¡Viva España!", grito que arranca el aplauso de todos los asistentes.
Para Joaquín Jiménez Michel, vocal de comunicación de la Real Congregación de San Fermín de los Navarros, se trata de una celebración especial. A la pregunta de cómo se vive San Fermín desde Madrid, responde resignado pero entusiasta: "Con nostalgia. Si fuera gallego diría que con morriña". Para él, así como para decenas de navarros que no pueden pasar las fiestas en su tierra, ésta es la mejor manera de vivir el chupinazo.
La mayoría de ellos no puede acudir a Pamplona por motivos de trabajo o dinero, y en buena parte de los casos, el resto de la familia sí está en Navarra. Es el caso de Nati, que vive en Madrid desde hace más de diez años y acude a esta peculiar celebración cada vez que puede. "No es lo mismo, se siente de otra forma porque la familia está lejos, pero siempre, por poco que sea, es motivo de alegría", afirma. Ha acudido con su nieta. El resto de su familia se encuentra en Navarra. Este año le ha pillado de vacaciones, pero diversos motivos le han impedido estar con los suyos.
Enrique Rojo también es navarro y lleva 39 años viviendo en Madrid. Como a Nati, le acompañan sus nietos, además de su mujer, que no es natural de Navarra. Acude a San Fermín de los Navarros desde hace seis años, cada vez con más familia, aunque la mayoría está lejos de él. "Cuando estás en Navarra se vive diferente, se está con todos, pero fuera se intenta recordarlo", cuenta.
La Junta Directiva de la Real Congregación se ha encargado de engrandecer la fiesta, y ha invitado a la prensa y a los asistentes, repartidos entre el patio de la parroquia y las afueras de la misma, a chistorra y a vino de la tierra. En total, se han repartido 75 kilos de chistorra y 35 cajas de 12 botellas de vino cada una. Los productos se han degustado al ritmo de la música navarra, que ha unido a todo el público que allí se ha concentrado, fuera de Navarra o no.
Además, a la entrada de la parroquia se han vendido diversos artículos relacionados con San Fermín, entre ellos el famoso pañuelo rojo con el escudo de la Comunidad de Navarra, por si algún despistado se lo había dejado en casa.