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Zelaya: "Preferiría que me hubieran dejado aterrizar para dispararme a mí y no a la gente"

  • El presidente hondureño depuesto pide al Ejército que deje las armas
  • Los soldados le han impedido aterrizar en Tegucigalpa
  • Está en El Salvador junto a otros líderes internacionales buscando soluciones
  • Exige a los golpistas que "no repriman más al pueblo hondureño"

TeleSur apunta a que podría reunirse con Hillary Clinton en busca de apoyo

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Los militares impiden aterrizar a Zelaya

El depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya ha pedido desde El Salvador a las Fuerzas Armadas de su país que bajen sus rifles y no los apunten contra sus hermanos, al condenar la primeras muertes por la revuelta en el país centroamericano. "Mejor hubieran esperado a que llegara y me hubieran agarrado a mí a disparos y no a la gente", ha asegurado.

"Llamo a las Fuerzas Armadas de Honduras a que bajen sus rifles", ha declarado Zelaya en una rueda de prensa junto a los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; Ecuador, Rafael Correa; Paraguay, Fernando Lugo; y El Salvador, Mauricio Funes.

Además, asistieron el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el presidente de la Asamblea General de la ONU, el ex canciller nicaragüense Miguel D'Escoto.

Zelaya ha lamentado las primeras muertes, en lo que ha descrito como represión contra una marcha pacífica, al tiempo que se ha solidarizado con la familia de las víctimas y las de los heridos.

"Yo llamo a los soldados de la patria que nacen de las propias entrañas del pueblo y los llamo con el grito de batalla que hizo el arzobispo (Óscar) Arnulfo Romero aquí en El Salvador cuando decía: 'Soldados ustedes son hijos de El Salvador no maten, no persigan a los propios salvadoreños'", ha afirmado.

"No repriman más al pueblo hondureño"

"Yo también hago lo mismo emulando al arzobispo. En nombre de Dios, soldados de la patria hondureña, policías, en nombre de Dios les pido, les suplico y les ordeno: no repriman más al pueblo hondureño", ha sostenido.

El depuesto jefe de Estado se ha pronunciado tras los hechos registrados en Tegucigalpa, donde su avión no logró aterrizar después de que militares obstaculizaran la pista del aeropuerto Toncontín.

En los alrededores del aeropuerto, que fue sobrevolado por el avión que transportaba a Zelaya, se registraron enfrentamientos entre militares y simpatizantes del mandatario depuesto.

"Mejor hubieran esperado que yo llegara y me hubieran agarrado a mí a disparos y no a la gente", ha afirmado Zelaya, en declaraciones que concedió posteriormente a los reporteros, y acusó a los militares de su país de "estar mintiendo", pues habían anunciado que lo capturaban si llegaba a Honduras, pero impidieron que lo hiciera.

Según la cadena Telesur, el gobernante depuesto prevé reunirse este lunes en Washington con la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, y que esta noche retornará a Managua.

"Ruptura grave del orden constitucional"

Insulza ha afirmado, por su parte, que la Organización de Estados Americanos (OEA) está dispuesta a "usar todos los medios diplomáticos posibles para restablecer al presidente Zelaya".

"Quiero manifestar que como secretario general de la OEA estoy dispuesto a seguir adelante con todas las gestiones diplomáticas para obtener nuestro objetivo (...que) no es una intervención, es un objetivo simplemente de cumplir las normas que todos los países han adoptado", ha asegurado.

Ha señalado que la Carta Democrática Interamericana fue "suscrita libremente por todos los países de la región" e insistió en calificar como "una ruptura grave al orden constitucional" lo ocurrido en Honduras.

Zelaya fue destituido y expulsado de Honduras por los militares el domingo pasado, cuando se preveía la votación de una consulta que había convocado el mandatario depuesto con el objetivo de iniciar un proceso para reformar la Constitución.

La presidenta Fernández ha expresado, a nombre de sus colegas, su "solidaridad y acompañamiento en el dolor a quienes hoy han sufrido la represión", al aludir a lo ocurrido en Tegucigalpa.

 "Formo parte de una generación y un país que tuvo una de las dictaduras más sangrientas de las que se recuerde en la región (...) Por eso reaccionar contra esto que esta sucediendo en Honduras no es defender al presidente Zelaya, al contrario, es defendernos a todos y cada uno de nosotros", ha sentenciado.