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Dos nuevos muertos recrudecen la tensión en la región china de Xinjiang

  • La policía dispara y mata a dos miembros de la minoría uigur en Urumqi
  • El suceso rompe la tensa calma que vivía la capital de Xinjiang
  • La policía prohíbe las marchas, manifestaciones y asambleas públicas
  • Los ciudadanos no podrán "gritar consignas, colgar carteles o repartir folletos"
  • El número oficial de víctimas se eleva 184 muertos y más de 2.000 heridos

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China va recuperando la normalidad

Dos personas han muerto este lunes en la región de Xinjiang, al noroeste de China, por disparos de la Policía, según la radio estatal.

Se trata de dos miembros de la minoría musulman uigur, que han fallecido en Urumqi, capital de la región, donde 184 personas han muerto en los enfrentamientos étnicos que se han sucedido desde principios de mes.

Estas muertes rompen la normalidad que poco a poco iba recuperando Xinjiang tras los disturbios protagonizados por los uigures y miembros de la etnia han ,mayoritaria en China.

Según informa la corresponsal de TVE en la zona, Rosa Molló,  lentamente van abriendo los negocios y la actividad diaria vuelve a Urumqi, capital de Xinjiang, "pero sólo a costa del miedo que mantiene a la gente callada y sin moverse de sus respectivos barrios".

Y es que el Gobierno chino ha respondido a los disturbios con un gran despliegue de fuerzas de seguridad en esta zona.

El Buró de Seguridad Pública de Urumqi prohibió el sábado las marchas, manifestaciones y asambleas públicas y este lunes ha anunciado que sus habitantes no podrán "gritar consignas, colgar carteles o repartir folletos". 

La policía de la capital de Xinjiang ha advertido que confiscará todo cuchiillo o bastón que vea en las calles y exige a todos los ciudadanos que lleven su documento de identidad, advirtiendo que cualquier persona que no lo tenga podrá ser detenida para su posterior interrogatorio.

Las medidas se dictan "para prevenir que un pequeño número de criminales que protagonizaron los disturbios, y que siguen en libertad, busquen venganza", así como para "proteger la seguridad de los ciudadanos y sus propiedades", ha destacado el Buró.

También se han prohibido los discursos en calles o lugares públicos.

Las cifras oficiales elevan a 184 el número de muertos y más de 2.000 el de heridos, aunque es imposible contrastar estos datos a través de fuentes independientes.