Los mensajes de amor continuarán cubriendo la pared de la casa de Julieta en Verona
- El concejal de Obras Públicas del Ayuntamiento de Verona quería impedir los escritos
- Según el alcalde, sería como "prohibir lanzar monedas en la Fontana di Trevi" de Roma
Los mensajes escritos que los visitantes de la ciudad italiana de Verona dejan al pasar por la llamada "Casa de Julieta" seguirán cubriendo la pared bajo el balcón desde el que su eterno enamorado, Romeo, pronunció los ficticios versos de amor que plasmó el británico William Shakespeare.
En contra de la intención del concejal de Obras Públicas del Ayuntamiento de Verona, Vittorio di Dio, de acabar con esas declaraciones de amor populares, el alcalde de la ciudad, Flavio Tosi, ha asegurado que los escritos podrán seguir escribiéndose en dicha pared.
"Arte quizá no serán. Pero lo que es seguro es que es una tradición que será preservada", ha dicho Tosi en unas declaraciones que recoge hoy el diario milanés "Corriere della Sera".
En definitiva, ha añadido, "prohibir esos escritos sería como prohibir lanzar monedas en la Fontana di Trevi" de Roma.
El alcalde ha querido así tranquilizar a todos los enamorados que año tras año visitan la ciudad italiana, una de las que más turistas recibe en todo el país, para dirigirse a esa posada restaurada del siglo XIII en la que se sabe que vivió la familia de los Capuleto, cuya rivalidad con los Montesco inspiró el drama de Shakespeare.
En la pared que hay bajo el balcón, las parejas dejan sus escritos de amor para estar seguros de que la relación será duradera, aunque éste no es el único atractivo del patio de la "Casa de Julieta", pues también hay allí una estatua de bronce de la joven, cuyo pecho derecho hay que tocar, dice la leyenda, para encontrar un nuevo amor.
En las últimas semanas la "Casa de Julieta" albergó una exposición del escultor británico Marc Quinn y las autoridades de Verona llegaron a temer por la integridad de las obras.
Finalmente, Quinn permitió que los visitantes escribieran también sobre algunas obras puestas a tal efecto, que ahora, según el "Corriere della Sera", han sido puestas a la venta a un precio de hasta 300.000 euros.