Camps dice que si recibió regalos no fue por ser presidente de la Generalitat
- El presidente valenciano afirma que ni autorizó ni consintió que nadie le pagara sus prendas
- Matiza que si hubo algún regalo, los recibió como presidente del PP valenciano
- Afirma que él no participa en adjudicaciones de la Generalitat, por lo que excluye el cohecho
- Denuncia que mucha documentación aportada se hizo a posteriori
El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, basa el recurso interpuesto contra el auto dictado por el magistrado instructor del TSJCV en el 'caso Gürtel' el pasado 6 de julio en que nunca aceptó ningún regalo, y en que ni autorizó ni consintió que nadie pagara sus prendas.
No obstante, aclara que de considerarse otra hipótesis, no hay "nada" que pueda acreditar que estos supuestos regalos los recibiera por ostentar la presidencia de la Generalitat y no la del Partido Popular.
Así, uno de los principales argumentos de su recurso, que ayer el juez admitió a trámite y remitió a la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV, se fundamenta en que, a lo largo de la instrucción, no se encuentra "ningún elemento fáctico" que permita concluir que los supuestos regalos "tengan que ver" con la condición de presidente de la Generalitat, y no con su cargo en el PP.
Expone que de considerarlo así no existiría la "necesaria conexión" causal entre dádiva o regalo y la función de autoridad, por lo que tampoco existiría el supuesto delito de cohecho.
Afirma que no interviene en adjudicaciones
Además, sobre este aspecto recuerda que como presidente de la Generalitat valenciana no interviene en adjudicaciones "en ningún sentido", ni tampoco el órgano ejecutivo que preside, y que, de hecho, "no queda acreditada" ninguna vinculación a las empresas investigadas, a adjudicaciones o a actos organizados.
Por este motivo, insiste en que si los regalos fueran ciertos, "ninguna eficacia tuvieron o pudieron tener". Otros de los razonamientos que expone Camps en su recurso son las "falsedades documentales" y las "contradicciones" del sastre José Tomás.
La documentación aportada "no es fiable"
En cuanto al primer punto, explica que la documentación aportada "no es fiable" ya que parece que realizó 'a posteriori' la adecuación de los pagos con las facturas de los trajes, en algunos casos con anotaciones a mano en las propias facturas y documentos. Además, considera "llamativo" que en ocasiones se pusiera a mano la numeración de estas facturas.
En este contexto "falsario", agrega, de "justificaciones en materia dineraria", Camps "no puede saber ni conocer si terceros utilizaron o no sus hipotéticas compras y pagos que el mismo realizara para formalizar facturas con cantidades en las que presuntamente englobaran los pagos e, incluso, presumieran de ello".
Lo que "sí es cierto", contempla el escrito, es que Camps "nunca" autorizó a persona alguna para que, en su sustitución, pagara con su dinero prendas que él adquiría. "Ni lo autorizó, ni lo consintió, ni consta en la causa documento alguno que pruebe siquiera que lo conociera --si es que tuvo lugar--".
Además, insiste en lo "absurdo" y "falto de lógica" que un presidente de una comunidad autónoma "entre en la dinámica" de "dejarse regalar determinadas prendas en consideración a su función". Esto es "incomprensible", según matiza, "en términos de lógica, congruencia, y en atención precisamente y además a la personalidad" de Camps.
Prendas en Milano y Forever
Respecto a las compras en Milano, especifica que no puede detraerse que comprara alguna prenda en esta tienda, puesto que allí encargó determinados trajes que luego fueron devueltos.
De hecho, en este punto incluye que los testigos, incluso el sastre, "manifestaron que antes del verano de 2006" Camps no había visitado nunca esta tienda. Por ello, cree "sorprendente" que se pretenda demostrar que Camps comprara determinadas prendas en fechas 24 y 26 de enero de 2006 en Milano.
Por ello, agrega que si hubo americanas, Camps "lo desconoce", al igual que "si alguien las paga un año después", puesto "ni sabe ni conoce toda esa relación que se dice entre empresas y las tiendas". Ni, "por supuesto", nunca autorizó nada al respecto.
Correa dijo que no le regaló "ningún traje"
En este punto recuerda una conversación telefónica, que "olvida" el auto del magistrado, entre Alvaro Pérez y Francisco Correa, de la que se extrae "...yo no le he regalado ningún traje a ese hombre, el curita. Yo he comprado los trajes a su medida porque cuando hemos hecho una sesión de fotos se lo ha puesto y luego me lo ha devuelto".
En cuanto a Forever Young, Camps insiste en que pagó los trajes que adquirió en efectivo y "personalmente", y que, incluso, en una ocasión completó la cantidad en metálico un escolta en presencia del chófer. Explicó que no usaba públicamente tarjetas ni talones, "lo que es fácilmente comprobable".
Además, indicó que en esta tienda "no se encuentra pago alguno correlativo y casualmente conectado a las prendas" atribuidas a Camps. Concreta que los importes de los trajes atribuidos no coincide con el importe exacto de ninguno de los cheques. Así, critica que el concepto 'Camps Nuevo Cliente' se identifique a Camps "pese a la prueba practicada".
Contradicciones del sastre
Otro de los argumentos del recurso de Camps son las "contradicciones" del sastre, que no "imprecisiones", al exponer que no ha explicado "coherentemente" por qué reiteró inicialmente que Camps "siempre" había pagado los trajes que compró en efectivo, mientras que luego "dijo lo contrario".
Además, alude a las "contradicciones, incoherencias e insuficiencias" que se desprenden de la documental que facilitó al magistrado. También cree "sorprendente" que afirme que no tiene móviles espurios y de animadversión, ante su "tono" en las declaraciones y sus entrevistas en los medios de comunicación.
En este punto, alude a la "desatención" en el auto a la hora de recoger o no manifestaciones por lo que se refiere a las supuestas llamadas telefónicas recibidas por Camps, ya que se alude a que dijo que Alvaro Pérez 'El Bigotes' era un bocazas, pero no recoge lo que manifiesta luego a José Tomás, en el sentido de que "su afán era saber si alguien había pagado algo de él", después de insistir en que él había pagado.
Ante estos hechos, Camps pide el sobreseimiento de la causa por un presunto delito de cohecho al entender que no existe prueba, "en términos mínimamente aceptables", de que terceros hayan pagado prenda alguna al presidente valenciano, así como que no existe "la menor prueba en contrario" de lo afirmado por él. Así, pide que se restablezcan los derechos de Camps, "imposibilitando lo que sería una injusta 'pena de banquillo".
También alude a la "necesaria" nulidad de actuaciones por fallos en el procedimiento, al entender que el magistrado debería de haberse inhibido antes para investigar esta causa, y en base a que no renovó el secreto de sumario levantado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón cuando se inhibió en favor del TSJCV.