Madonna triunfa en Barcelona ante 40.000 personas
- Ha irrumpido como reina en su palacio, en un trono con una "M"
- Ha presentado numerosos éxitos de su último álbum, 'Candy shop'
- Sus temas han hecho enloquecer a un público entregado
- Durante el espectáculo la diva ha hecho un homenaje a Michael Jackson
- El éxtasis final ha llegado con temas como 'Hung up' o 'Give it 2 me'
Madonna ha demostrado esta noche en un concierto con gran protagonismo audiovisual en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Barcelona que sigue reinando en la ciudad condal, después de más de 8 años sin haber convocado al público catalán en una 'visita de Estado' de la 'reina del pop'.
Con una espectacular actuación, Madonna ha presentado numerosos éxitos de su último álbum, 'Candy shop', dentro de la gira del 2009 'Sticky & Sweet' que se inició el pasado 4 de julio en Londres después de que la cantante, visto el éxito del tour de 2008 -que pasó por Sevilla y Valencia-, decidiera prolongarla.
El periodo sin Madonna de los barceloneses no se ha compensado en el concierto con éxitos de 'Confessions on a dance floor' o de 'American life', cuyo directo es desconocido en la ciudad, puesto que la cantante de Michigan ha recuperado temas de los ochenta y noventa.
Después de que el artista invitado Paul Oakenfold haya hecho bailar al aforo de una pista que ya lucía bastante llena, el concierto ha comenzado con media hora de retraso con un vídeo en 3 dimensiones que explicaba la fabricación de un caramelo, inspirado en la película 'Charlie y la fábrica de chocolate', que ha conseguido hacer caer en la tentación a los ya miles de fans.
Reina en su trono
Al fin ha irrumpido como reina en su palacio, en un trono con una "M" de Madonna cantando el tema 'Candy shop' de su último trabajo, al que han seguido 'Beat goes on' -en el que se ha acercado al público en un flamante Rolls Royce blanco- y 'Human nature'.
La voz de la diva no ha sobresalido de la de los coros hasta que ha entonado el éxito de los ochenta 'Vogue', que ha continuado su actuación -después de una escena de boxeo coreografiado bajo la música de 'Die another day'-, con 'Into the Groove' -en el que ha dado una lección de saltar a la comba-, y un 'Holiday' que ha hecho enloquecer.
La reciente muerte del rey del pop, Michael Jackson, ha tenido un lugar en el espectáculo cuando uno de los bailarines ha imitado el conocido paso del 'moonwalk' del artista, al que Madonna ha calificado como uno de los mejores que "el mundo ha conocido".
Madonna ha dedicado el tema 'She's not me' a todas las mujeres asistentes, y, complementada con unas gafas de sol con forma de corazón, ha destrozado, literalmente, a mujeres que representaban estereotipos de la buena feminidad en los que la cantante se convirtió en sus pasados vídeos, como una novia a punto de casarse.
Tras deshacerse de su velo, la reina del pop ha cantado 'Music' con elementos de 'Put your hands up for Detroit' y de 'Last night a dj saved my life', a lo que han seguido numerosos éxitos pasados.
Un torero en el escenario
La particular controversia de Madonna por sus alusiones religiosas o sexuales -o ambas a la vez- se ha dejado ver a partir de 'Spanish lesson', en la que ha mezclado a monjes con un torero y con su baile seductor, y a la que han seguido la nostálgica 'Miles away' y 'La isla bonita', con el trío rumano Kolpakov.
El éxtasis final del concierto ha hecho enloquecer a los fans con temas como '4 minutes', 'Ray of light', 'Hung up' y el provocativo 'Give it 2 me'.
Cerca de los 51 años, Madonna no ha dejado de deslumbrar por el escenario con ocho cambios de atuendo que han permitido, durante dos horas, un recorrido por sus diferentes etapas musicales, desde la invocación a los años veinte hasta la música de baile de su último trabajo, con el apoyo de dieciséis bailarines y doce músicos.
Con el concierto en Barcelona, el equipo de Madonna ha retomado la gira, después de que se anulara la actuación prevista en Marsella por la muerte de dos operarios que trabajaban en el montaje del escenario en la ciudad francesa -"ha sido un tiempo de tristeza y confusión que nos hace darnos cuenta de lo afortunados que somos de estar vivos", ha considerado-, y proseguirá en Madrid y Zaragoza, el 23 y el 25 de julio, respectivamente.