Un rayo fue la causa del incendio forestal de Tarragona
- El conseller de Medio Ambiente afirma que es la causa "con toda rotundidad"
- Ha informado de las investigaciones realizadas
- El incendio, que se inició el lunes, ha arrasado 1.200 hectáreas y ya está controlado
El incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona), activo desde el pasado lunes y en cuyas tareas de extinción murieron cuatro bomberos, fue causado por un rayo, ha informado en Barcelona el conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar.
Baltasar ha asegurado que, tras las investigaciones llevadas a cabo sobre el origen del siniestro, puede afirmar "con toda rotundidad" que obedeció a causas naturales, concretamente a la caída de un rayo.
Este incendio forestal, que este viernes ha quedado en fase de control, ha quemado hasta el momento 1.140 hectáreas de masa forestal, de las que unas 400 pertenecen al parque natural de Els Ports de Beseit.
Para llevar a cabo su investigación, los agentes rurales inspeccionaron el primer perímetro afectado por el fuego, de unas 50 hectáreas, en una zona de pinos. En uno de estos pinos, de unos 14 metros de altura y 30 centímetros de diámetro, los agentes rurales encontraron la existencia de las típicas marcas que dejan los rayos: una larga herida muy reciente, de la que aún supuraba resina.
El rayo, no obstante, no fue detectado por ningún sistema técnico, ya que no aparece en el mapa de la tormenta con la que han trabajado los agentes rurales. García ha explicado que ello se debe a que los sistemas de detección no son fiables al 100%.
El rayo provocó un pequeño incendio
Según Miquel Angel García, el rayo provocó un pequeño incendio en la hojarasca seca que había acumulada a los pies del pino, y aguardó en forma de brasa hasta encontrar unas condiciones climatológicas propicias para propagarse, ya que hasta entonces la humedad era del 50%, casi no soplaba viento y el calor era soportable.
Sin embargo, la situación cambió a partir del día 20, cuando la humedad cayó en picado, la temperatura subió y el viento empezó a soplar con fuerza, lo que avivó las brasas que aún persistían entre la hojarasca, que se convirtieron en una mecha que acabó dando pie al mortal incendio.
El responsable de los agentes rurales ha explicado que en los incendios provocados por rayos es habitual que el fuego no empiece hasta que han pasado horas o días de la tormenta, que normalmente viene acompañada de lluvia y baja humedad.
"Seis días son bastantes días, pero puede ser perfectamente (posible)", ha agregado Miquel Àngel García, quien ha atribuido a la "mala suerte" que las brasas se mantuvieran encendidas durante tanto tiempo, hasta que llegó el brusco cambio meteorológico.
Por su parte, el conseller Baltasar, al ser preguntado por si la Generalitat hace suficiente para limpiar los bosques -ya que la hojarasca propicia la mayoría de incendios por rayos-, ha asegurado que "siempre se puede mejorar", pero que este año se ha hecho un "esfuerzo muy notable".
Las causas naturales gana peso
Las causas naturales cada vez ganan más peso en el origen de los incendios -"no porque haya más rayos, sino porque baja el factor humano", ha precisado Baltasar-, ya que de todos los incendios que ha habido en Cataluña desde el 15 de julio, 37 han sido por causas naturales, otros 37 por negligencia, 35 por accidentes y 24 han sido intencionados.
El incendio de Horta de Sant Joan se inició la noche del 20 de julio y avanzó muy lentamente, ya que al mediodía del día 21 el perímetro alcanzado por las llamas era de tan sólo 50 hectáreas, en las que se ha hallado el epicentro.
Sin embargo, un brusco cambio de la dirección del viento, que empezó a soplar aún con más fuerza, desbocó las llamas -aquel día fallecieron los cuatro bomberos y otros dos resultaron heridos muy graves-, por lo que el perímetro aumentó hasta las 800 hectáreas, que el día 22 llegaron ya a las 1.140 definitivas.
El conseller Baltasar ha explicado que de toda la superficie afectada, 587 hectáreas se corresponden con el parque natural de Els Ports de Beseit y que el resto están todas incluidas en la Red Natura-2000.
De todas las hectáreas afectadas, 486 son de árboles -en su mayoría pinos blancos, de fácil regeneración-, 489 matojos y 160 cultivos, entre otros.