Los orangutanes, bailarines de gran tamaño sobre las copas de los árboles
- Científicos ingleses afirman que sus movimientos son únicos, irregulares y de gran habilidad
- Debido a su tamaño, tienen especial dificultad para saltar de un árbol a otro sin caerse
- El orangután podría extinguirse en Sumatra (Indonesia) durante la próxima década
Moverse por un complejo entramado de pequeñas ramas en las alturas de los bosques tropicales supone un reto único para los animales que quieren conseguir comida de forma segura.
Para los animales de mayor tamaño, esta empresa puede ser especialmente difícil, ya que una caída desde 30 metros puede resultar fatal.
Científicos británicos han descubierto que las vibraciones de los árboles pueden ser contrarrestadas por la habilidad de los orangutanes para moverse con un ritmo irregular.
El profesor Robin Crompton, de la Escuela de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Liverpool, ha explicado que la dificultad a la que se enfrentan los animales en estas alturas es similar a la que tuvieron los ingenieros que levantaron el 'tembloroso' Puente Millennium en Londres.
"Los problemas en el Puente del Milenio fueron causados por el gran número de personas que caminaban en sincronización con los ligeros movimientos en lateral del puente".
Este ritmo regular creaba un balanceo similar al que se forma en las copas de los árboles en los bosques tropicales, "donde hay ramas muy flexibles", ha añadido.
"La mayoría de los animales, como los chimpancés, responden a estas dificultades flexionando sus extremidades para acercar su cuerpo a la rama. Los orangutanes, sin embargo, son el mamífero arbóreo de mayor tamaño que existe, por lo que su gran peso es una dificultad añadida", ha declarado Crompton.
"Si describen movimientos como los de animales más pequeños, volvemos a la situación del 'puente temloroso', aumentando el movimiento de las ramas", ha concluído.
La clave está en el movimiento irregular
La Doctora Susannah Thorpe, de la Escuela de Biociencia de la Universidad de Birmingham, ha añadido que "los orangutanes han desarrollado una forma única de solucionar estos problemas".
Según ha explicado Thorpe, "se desplazan de forma irregular, incluso en vertical, se cuelgan de las ramas con sus cuatro extremidades y balancean los árboles, con lo que mueven las ramas hacia atrás y hacia adelante, cada vez con más fuerza, hasta que consiguen salvar los grandes huecos que se abren entre los árboles".
El equipo de científicos ha estudiado a los orangutanes de Sumatra (Indonesia), donde se cree que antes podría extinguirse el primero de los grandes simios.
Esta investigación podría ayudar a entender mejor cómo se desenvuelven los orangutanes en su hábitat, lo que podría a su vez impulsar nuevos programas de conservación de la especie.
Tal y como ha añadido la Doctora Thorpe, "si la destrucción de los bosques no se frena, el orangután de Sumatra podría extinguirse dentro una década".
"Ahora que sabemos más acerca de cómo se mueven de árbol en árbol y sobre su particular forma de adaptarse a las dificultades que les plantea el medio, podemos entender mejor sus necesidades", ha concluído.