La ficción se vuelve realidad en el cine en 3D
- El cine en tres dimensiones ofrece al espectador una completa sensación de realidad
La ilusión de profundidad se obtiene mostrando una imagen ligeramente diferente a cada ojo
- El cerebro, ayudado por las gafas, es el encargado de unir estas imágenes en una en 3D
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El cine lucha por su supervivencia en las salas buscando nuevas formas de 'encantar' al espectador.
En el caso del cine en tres dimensiones, a pesar de su elevado precio, el éxito está asegurado ya que, por primera vez, se consigue dotar a las películas de una total sensación de realidad.
El origen del cine tridimensional está en el estereoscopio, que inventó el físico Charles Wheatstone en 1838.
Wheatstone solía colocar dos láminas en paralelo (una para cada ojo) con una perspectiva ligeramente desviada, que había que observar con una especie de gafas compuestas por cuatro pequeños espejos.
De esta forma, creaba un efecto de profundidad en la imagen, tal y como ocurre hoy en día con el cine tridimensional.
Cómo conseguir la 'inmersión' del espectador
En el cine en 3D los límites de la pantalla desaparecen, con la intención de que el espectador olvide que está viendo una película y que cada escena que se proyecta forme parte de la realidad.
Esto es lo que se conoce como 'inmersión', que se consigue rodeando al espectador con una pantalla que no parece tal y con el ya conocido sonido envolvente o 'surround'.
La ilusión de profundidad en una película se obtiene mostrando una imagen ligeramente diferente a cada ojo. Para ello, se representan dos perspectivas distintas del mismo objeto.
Ayudado por unas gafas especiales, el cerebro es el encargado de hacer el trabajo siguiente: unir las dos imágenes que recibe en una sola imagen tridimensional, también llamada estereoscópica.
Además de una calidad insuperable, el cine tridimensional consigue esa sensación de realidad porque, gracias al funcionamiento de las gafas, se elimina la sensación de parpadeo entre las imágenes, hilando la narración audiovisual como un todo que deja a más de un espectador con la boca abierta.
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