Pixar + Miyazaki + Capra = 'UP'
- Director y guionista: Pete Docter
- Co-Director: Bob Peterson
- Musica: Michael Giacchino
- Estreno en España: 30 de julio
- Toda la información en el especial de UP
Cuando Hayao Miyazaki, el venerado director de cine de animación japonés, visitó los estudios Pixar en 2004 para la primera proyección en inglés de su película El castillo ambulante, el maestro John Lasseter dedicó encendidos elogios a Pete Docter, allí presente, por haber dirigido el doblaje en inglés.
El año siguiente comenzó la producción de UP, una película dirigida por Docter en la que, como en la de Miyazaki, se cuenta también la historia de un viaje con la casa (y los recuerdos) a cuestas.
Después de casi cinco años de trabajo, la película llega a las pantallas de todo el mundo. Y en un panorama cinematográfico demasiado plagado de historias mediocres, cada estreno de Pixar se ha convertido en una esperanza para los amantes del cine.
Pero, ¿colma las expectativas el décimo largometraje de la factoría de animación?
Después de la arriesgada y sublime primera parte de Wall-E, en la que -con guión de Andrew Stanton y el mismo Docter- la factoría de animación reinventaba el cine mudo, el primer cuarto de hora de Up nos ofrece otra cumbre en el mundo de los dibus con una síntesis de toda una película romántica con aires caprianos.
Es la historia de amor de Carl y Ellie, una pareja de niños soñadores y aventureros que aspiran a viajar a las Paradise Falls (¿cómo no acordarse de Bedford Falls?) en busca de su ídolo, un explorador caído en desgracia. Sólo, y nada menos que la misma vida -luego novios, luego joven matrimonio, luego matrimonio de mediana edad, luego anciana pareja, luego...-, les impedirá cumplir su sueño.
Es entonces cuando, acosado a sus 78 años por la inmobiliaria que quiere arrancarle su casita, un oasis en plena urbe, Carl sentirá el impulso de llevar a cabo la ilusión incumplida con la ayuda de miles de globos y la inesperada compañía de Russell, un boy scout de 8 años y un optimismo desbordante.
Apabullante despliegue visual
Casi quince años después de Toy Story, la animación que vemos en UP ha evolucionado hasta límites quizá insospechados, especialmente porque, contra lo que cabría esperar, a lo largo de estos años no se ha buscado desesperadamente el hiperrealismo, sino crear un universo animado propio en el que sacar el máximo partido a los colores, a las formas, a la posibilidad de hacer verosímil lo inverosímil.
Como si lo hecho hasta ahora no fuera suficiente, Pixar ha experimentado en UP con la animación en 3D, un sistema que quiere hacer desaparecer los límites de la pantalla, con la intención de que el espectador olvide que está viendo una película y que cada escena que se proyecta forme parte de la realidad.
UP no es la mejor película de Pixar, pero seguramente será una de las mejores del año, y tiene numerosos detalles que reflejan la genialidad de quienes están detrás de su producción.
Aparte del apabullante despliegue de creatividad visual, sorprende la capacidad de UP para mantener el interés de una historia tan sencilla en su planteamiento, sin apenas tramas o subtramas. Esa misma sencillez está presente en su humor y en la historia entre los dos protagonistas (¡70 años de diferencia!). Sencillez, que por otra parte, es uno de sus mayores riesgos, especialmente para el público adulto, al que Pixar ya ha enseñado que la animación no es ni mucho menos algo para niños.
Valores familiares y buenos sentimientos
Como toda historia de buenos sentimientos (y las de Pixar lo son), en la película de Docter hay moralejas, mensajes y reflexiones amables. La odisea personal servirá a Carl y Russell para encontrar al hijo (al nieto) o al padre que no han tenido. Aunque será la presencia constante de Ellie, reflejada en múltiples detalles (que más de uno considerará sensibleros o redundantes), el motor que empujará la casa voladora hacia el paraíso soñado.
La partitura de Michael Giacchino (Los increíbles, Ratatouille, la serie Perdidos), dominada por el piano y los instrumentos de viento, encaja a la perfección con el clima intimista, melancólico y sentimental de la historia.
Ahora comenzará el debate, especialmente entre los más forofos del reino Pixar/Disney: ¿Por qué no nominar de una vez una película como esta a las categorías principales de los Oscar?
¿Quieres más información sobre UP? Lo tenemos todo en nuestro especial de la película.