Moody's recorta su calificación a largo plazo de Santander y BBVA por el deterioro de la economía
- Ambas entidades pasan de Aa1 a Aa2, por su exposición a la situación económica del país
- Pese a todo, sus rating siguen siendo superiores a los de sus competidores europeos
- La agencia también ha rebajado la calificación de Banesto, de Aa2 hasta Aa3
La agencia de calificación Moody's ha recortado su calificación a largo plazo de los bancos Santander y BBVA por su exposición a la economía española, que registra un "fuerte deterioro", según ha anunciado este jueves.
Concretamente, Moody's baja los rating tanto de Santander como de BBVA desde Aa1 hasta Aa2, lo que supone "calidad superior con escasa sensibilidad a un entorno adverso". Pese a esta rebaja, las calificaciones de Santander y BBVA se encuentran por encima de las correspondientes a otros competidores europeos, como Lloyd's, Barclays, RBS, Commerzbank, Unicredito y JPM.
El informe de la vicepresidenta de Moody's y principal analista financiera, María Cabanyes, explica que estas calificaciones ponen de manifiesto "los persistentes retos en cuanto a la concesión de créditos" a que se enfrentan estas entidades financieras. Sin embargo, resalta que Santander y BBVA se encuentran entre los bancos con calificaciones más elevadas, lo que refleja "la fortaleza y la sostenible rentabilidad" de sus actividades, diversificadas geográficamente y enfocadas al negocio minorista.
Moody's también incide en la "escasa posibilidad" de que los dos mayores bancos españoles necesiten el apoyo del Gobierno en el futuro, pero subraya que, en el caso de ser así, lo recibirían con toda probabilidad por su elevado tamaño en el sistema financiero español.
También Banesto
Asimismo, Moody's ha bajado la calificación de Banesto desde Aa2 hasta Aa3, lo que supone también "calidad superior con escasa sensibilidad a un entorno adverso"; aunque a un nivel inferior. En este caso, considera que en una situación de estrés, recibiría apoyo tanto de su matriz como del Estado, si fuera necesario.
Con esta decisión, la firma concluye el análisis que inició el pasado 19 de mayo, cuando puso bajo vigilancia las calificaciones de más de una veintena de entidades financieras españolas, que también podrían ver rebajado su rating.