Enlaces accesibilidad

Obama, ante el desagradable incidente de la extradición del 'hacker'

  • La Corte británica da luz verde a la extradición del hombre que 'hackeo' el Pentágono
  • Buscaba los archivos secretos de OVNI, con los que estaba obsesionado
  • Padece síndrome de Asperger,un trastorno que podría llevarle al suicidio en la cárcel
  • Si es extraditado a Estados Unidos se enfrentaría hasta a 70 años de cárcel
  • Su madre pide compasión a Obama mientras sus abogados lo fían todo a los Lores

Por
El hacker McKinnon y su madre, en una conferencia de prensa.
El hacker McKinnon y su madre, en una conferencia de prensa.

"El presidente Obama no puede hacer esto. Él no quiere que el primer chico extraditado por mal uso de los ordenadores sea un enfermo de síndrome de Asperger obsesionado con los OVNIS".

Con estas palabras a la BBC Janis Sharp, la madre del hacker que está a punto de ser extraditado a Estados Unidos, resumía la perplejidad que ha provocado el caso en la sociedad británica pese a que la Corte Suprema del país acaba de dar luz verde a su expulsión del país.

Y es que, por un lado, Gary McKinnon es el responsable de la labor de pirateo más importante de todos los tiempos contra la inteligencia militar. Entre 2001 y 2002 entró en la base de datos del Pentágono, en una operación que el gobierno estadounidense asegura que provocó un daño en sus sistemas valorado en 800.000 dólares.

Por otro, McKinnon, de 43 años, es un enfermo de síndrome de Asperger, un trastorno autista vinculado a personas que se concentran especialmente en temas específicos, preferentemente que siguen una determinada lógica. El caso de McKinnon con la informática y su obsesión con los OVNI es un ejemplo paradigmático de este trastorno.

Dotado de un cierto halo romántico, se sospecha que el síndrome de Asperger ha sido sufrido por genios como Einstein, y cineastas como Steven Spielberg han confesado que padecen la enfermedad. El adolescente protagonista de la novela El curioso incidente del perro a medianoche sufriría de esta enfermedad.

Sin embargo, los médicos lo asocian a una fijación especial con determinados temas, por lo que no requeriría necesariamente que fuese superdotado.

Hasta 70 años de cárcel

La ofensa de McKinnon puede suponerle hasta 70 años de cárcel en una prisión de alta seguridad, lo que supondría para muchos abocarle a un suicidio, sobre todo por las condiciones a las que están sometidos los presos en estas prisiones.

Obsesionado con los OVNI, el hacker buscaba los documentos clasificados del Pentágono, que él pensaba que habían sido eliminados por las autoridades de EE.UU.

"Está muy enfermo, tiene dolores de pecho muy malos, esto le está afectando emocionalmente, mentalmente, de todas las maneras, está aterrorizado", ha declarado su madre a la salida del Tribunal Supremo.

"Estar a nuestro lado hará al mundo mejor, un lugar más compasivo", ha declarado Sharp en alusión a Barack Obama, del que dice que está segura de que "hará lo correcto", en referencia a una posible retirada de la petición de extradición.

Tratado bilateral

El origen de esta extradición está en un tratado bilateral entre los dos países firmado en 2003, en plena resaca del 11-S, según el cual, si se probaba una "sospecha razonable" contra un ciudadano británico, Estados Unidos podría pedir su extradición.

Desde 2004, 56 personas han sido enviadas desde Reino Unido a Estados Unidos para ser juzgadas, el 90% de las peticiones realizadas por el país americano.

Por este motivo, la defensa del hacker busca desesperadamente que sea juzgado en Reino Unido, a lo que se ha negado el secretario de Interior, Alan Johnson, y el fiscal general debido a que sus acciones se dirigieron directamente contra una infraestructura americana.

"La extradición es innecesaria, evitable y desproporcionada", dicen los letrados del hacker, que subrayan que no se ha tomado esta medida en estos casos. Sin embargo, en una resolución de 41 páginas, los jueces del Supremo creen que la extradición es "conforme a la ley y proporcionada a la ofensa".

"El tratado de extradición se firmó para facilitar la extradición de terroristas y debe quedar claro que McKinnon no es un terrorista", ha declarado su abogado, Karen Todner, en un comunicado.

"¿Por qué no se para la extradición de un hombre que es claramente vulnerable yque todo el mundo acepta que sufre el síndrome de Asperger?", se pregunta en la nota.

"El señor McKinnon está acusado de crímenes graves y los Estados Unidos tienen todo el derecho de pedir su extradición, como nosotros hacemos cuando queremos juzgar a gente que quiebra nuestra ley", ha respondido Johnson, que subraya que el bienestar y la salud del enfermo de Asperger serán atendidos.

La última salida que le queda a McKinnon es acudir a la Cámara de los Lores