Irán confirma la detención de tres turistas estadounidenses cerca de la frontera

• Los estadounidenses fueron vistos por última vez el jueves
• Fueron detenidos tras cruzar la frontera de Irán
• "Entraron por error en la frontera" según algunas fuentes

Irán ha confirmado este sábado la detención de tres turistas estadounidenses cerca de su frontera con Irak. Se trata de Joshua Steel, Shane Bower y la mujer de éste, Sara Short.

Algunas fuentes apuntan que los tres turistas fueron detenidos tras cruzar la frontera de Irán, a pesar de las advertencias de la policía turística, que les indicó la peligrosidad de la zona, ya que la frontera es estrecha y se trata de una zona de montañas muy seca. Los turistas abrían entrado en el país "por error", mientras realizaban senderismo por la zona.

El complejo cuenta con varios hoteles pequeños, y según fuentes iraníes, los tres estadounidenses fueron llevados a uno de ellos, ya que sus bolsas se encontraron en sus habitaciones.

Un alto funcionario de seguridad kurdo, Qadr Hamajan, ha confirmado la desaparición de estos tres turistas, que habían llegado el pasado miércoles a la ciudad kurda de Sulaimaniya, a 260 kilómetros al noreste de Bagdad.

El grupo estaba formado por cuatro personas, de las cuales tres han sido las detenidas tras visitar la ciudad de Ahmed Awa, conocida por sus cascadas. Un cuarto componente, Gabriel Maxwell, de 36 años, tuvo que permanencer en Sulaimaniya debido a su estado de salud, que se vio afectado.

Los estadounidenses viajaban sin interprétes ni seguridad, y fueron vistos por última vez alrededor de las 11 horas del pasado jueves.

Fuentes de la Embajada de los Estados Unidos en el país ha declarado que están investigando, pero todavía "no pueden confirmar nada". "Estamos utilizando todos los medios disponibles para determinar los hechos del caso," ha declarado la portavoz del Departamento de Estado, Megan Mattson. "La seguridad de los ciudadanos sigue siendo la mayor prioridad para el gobierno de los EE.UU."

Las tensiones entre ambos países han aumentado en los últimos meses, a pesar de la llegada al poder del presidente norteamericano Barack Obama, aunque las ambiciones nucleares de Teherán y la polémica tras las elecciones del pasado 12 de junio dificultan las mismas.