Cuatro detenidos en Australia que planeaban atentados suicidas contra el Ejército
- Los detenidos son ciudadanos australianos o residentes de entre 22 y 26 años
- Pretendían disparar indiscriminadamente hasta que fuesen abatidos
- Se cree que están vinculados al grupo Al Shabaab de Somalia, afín a Al Qaeda
- Han participado cerca de 400 agentes durante la operación
- El primer ministro advierte de que la amenaza terrorista persiste
Las fuerzas de seguridad de Australia han detenido a cuatro supuestos terroristas vinculados con un grupo terrorista somalí, que planeaban atacar una base militar en suelo australiano, indican fuentes oficiales.
El jefe comisionado en funciones de la Policía Federal, Tony Negus, ha dicho en conferencia de prensa, que los detenidos, con nacionalidad australiana o residentes en el país, preparaban un atentado suicida con la finalidad de causar el mayor daño.
"La intención de estos hombres era penetrar en las barracas militares y matar a la mayor cantidad de personas posible. Este hubiera sido, de haberse llevado a cabo, el ataque más serio en territorio australiano", ha explicado el jefe de la Policía.
Negus ha precisado que al menos uno de los detenidos a viajó a Somalia para pedir un "fatwa" (decreto islámico) con el fin de legitimizar el ataque.
En la operación policial emprendida durante las primeras horas de la madrugada del martes en la ciudad de Melbourne contra la célula terrorista relacionada con el grupo Al Shabaab, de Somalia, han participado cerca de 400 agentes de la Policía Federal, las policías de los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, la Comisión contra el Crimen y de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO, en sus en inglés).
Las fuerzas de seguridad han realizado 19 registros en diferentes inmuebles de la ciudad, y han detenido además a un número indeterminado de sospechosos que estaban siendo interrogados.
Los detenidos, uno de 26 años, dos de 25 años y otro de 22 años, son de origen somalí y libanés, y de acuerdo a fuentes policiales, comparecerán el martes ante los tribunales de Melbourne.
Según el comisionado en funciones, los presuntos terroristas querían emplear armas de fuego en el ataque.
"Esta operación ha desbaratado la preparación de un ataque terrorista que habría causado muchas perdidas de vidas humanas", ha apuntado Negus.
El seguimiento a los sospechosos comenzó hace unos siete meses cuando detectaron la presencia de alguno de los integrantes de la célula en los alrededores de la base militar de Holsworthy, en Sídney, así como en otros acuartelamientos, ha dicho el comisionado.
Australia nunca ha sufrido un ataque terrorista en su suelo, aunque sus intereses nacionales han sido blanco de atentados perpetrados en Indonesia durante los últimos años.
El más grave fue el ocurrido en la isla indonesia de Bali en 2002, que causó la muerte de 202 personas, entre ellas 88 australianos, y el más reciente el ocurrido el pasado julio en Yakarta, en el que murieron 9 personas, incluidas tres de nacionalidad australiana.
Ambas acciones han sido atribuidas por las autoridades de Indonesia a la Yemaa Islamiya, grupo terrorista considerado el eslabón de Al Qaeda en el sudeste de Asia.
Al-Shabaab es un grupo integrista islámico que fue ala militar de la antigua Unión de Tribunales Islámicos (UTI) que durante 2006 controló todo el sur de Somalia. El Departamento de Estado de Estados Unidos considera a Al-Shabaab una organización terrorista relacionada con Al Qaeda.
Persiste la amenaza
El primer ministro australiano, Kevin Rudd, ha alertado tras la operación de que la amenaza terrorista en Australia y en el extranjero persiste.
Rudd ha pedido a los ciudadanos que tengan confianza en la capacidad del país de luchar contra el terrorismo, aunque dijo también que "sean conscientes de que la amenaza terrorista persiste".
El líder australiano, en conferencia de prensa desde Cairns, en Queensland, donde participa en el Foro anual de los países del Pacífico Sur, ha añadido que "los procesos de seguridad" no serán modificados para el evento en el que participan jefes de Estado y de Gobierno de 15 países.