Seguidores de Chávez asaltan la TV opositora Globovisión
- Al menos dos personas han resultado heridas en el altercado
- Los trabajadores se quejan de que la policía no ha detenido a nadie
Al menos dos personas han resultado heridas en Venezuela cuando un grupo identificado con el oficialismo atacó con bombas lacrimógenas la sede de la cadena opositora Globovisión, amenazada de cierre por el Gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez por practicar "terrorismo mediático".
El ministro del Interior, Tarek El Aissami, ha condenado la acción "delictiva" contra la sede de Globovisión, y ha señalado que los responsables serán llevados ante la justicia porque el Gobierno "no acepta que la violencia sea el instrumento para dirimir nuestras diferencias". A pesar de estas declaraciones, los trabajadores se quejan de que no se han producido detenciones.
El nuevo asalto a la sede del canal de noticias se ha registrado alrededor del mediodía y ha sido perpetrado por el grupo 'chavista' Unión Patriótica Venezolana (UPV) y su dirigente, Lina Ron, según ha denunciado el personal de la emisora apoyado con imágenes de vídeo.
El trabajador de Globovisión José Peña sufre quemaduras en una de sus manos a causa de una de las dos bombas lacrimógenas lanzadas al interior de la sede del canal por el grupo oficialista, que entró en el lugar a la fuerza y con armas de fuego, denuncian los empleados de seguridad de la cadena.
Una agente de la Policía Metropolitana (PM) de Caracas resultó herida en la cabeza por un golpe con "objeto contundente", ha precisado uno de sus compañeros uniformados en declaraciones a la cadena.
Una comisión de la PM ha sido destacada a la sede de Globovisión por orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, como parte de las medidas para garantizar la seguridad de esa cadena, que ha sido objeto de varios ataques por parte de grupos oficialistas, ha explicado el director de Globovisión, Alberto Federico Ravell.
Ravell ha responsabilizado directamente a Chávez por el nuevo ataque contra la sede del canal de noticias, contra la que el UPV y la dirigente Ron ha lanzado bombas lacrimógenas en al menos cuatro ocasiones.
"Hacemos un llamado al presidente (Chávez), acaban de asaltar" la sede del canal, hay heridos, sacaron armas de fuego (...) si el Gobierno lo que quiere es asesinarnos, acabar con nosotros, hágalo de una vez", ha declarado Ravell a los periodistas desde la sede del diario caraqueño El Nacional.
Globovisión enfrenta al menos cinco expedientes administrativos por parte del ente rector de las telecomunicaciones Conatel, dos de los cuales podrían acarrearle la inmediata revocación del permiso de transmisión.
Por su parte, el ministro El Aissami se pronunció de inmediato sobre el asunto a través de la televisión estatal, expresó la "condena y rechazo enérgicos" del Gobierno y dijo que había dado instrucciones a la Dirección Nacional contra la delincuencia organizada para que inicie las averiguaciones pertinentes.
La ONU critica la censura
El relator de la ONU sobre libertad de expresión, Franck LaRue, ha criticado que no se hayan renovado las licencias a 34 emisoras en Venezuela, hecho que considera un "mal precedente".
Para LaRue, "si tenían problemas administrativos, que es el argumento que se ha utilizado, se resuelve en forma administrativa en el sentido de una multa, una amonestación, pero no se resuelve con el cierre de la radio."
LaRue ha pedido al Congreso venezolano que "detenga" la aprobación de la ley que establece "delitos mediáticos" hasta que pueda haber un diálogo más amplio, más serio y más técnico sobre el tema", ya que "sancionar como delitos la forma de oposición, en el fondo es censurar y clausurar la libertad de expresión.