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El cacereño Jorge Luengo se proclama campeón del mundo de magia en Pekín

  • Han participado 2.400 aspirantes de 65 nacionalidades diferentes
  • Luengo ha sorprendido a los mejores magos del mundo en la categoría de invención
  • Es la categoría más complicada y la que más prestigio otorga
  • En su número conseguía que un espectador le leyera la mente a otro
  • Este certamen se celebra cada tres años

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Campeón del mundo de magia
Practica la magia desde los cuatro años.

Jorge Luengo, nacido en Cáceres en 1984, se ha proclamado campeón del mundo de magia en la prueba que se ha celebrado del 25 al 31 de julio en la capital de China, Pekín, un evento, que se celebra cada tres años, en el que han participado más de 2.400 aspirantes de 65 nacionalidades diferentes.

En concreto, Luengo ha obtenido el título mundial en una de las seis modalidades que contempla el certamen, la de la invención, considerada por el jurado y por los técnicos en la materia como la más complicada y la que más prestigio otorga.

En este sentido, el joven cacereño ha afirmado que, al haber muy pocas modalidades, "proclamarse campeón de una de ellas, y más si es invención, significa un poco lo mismo que el deportista que obtiene una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, el máximo reconocimiento a nivel mundial que puedes obtener".

En su opinión, el apartado de invención es el más valorado de todos "porque supone que se premia la creatividad, el inventar algo nuevo que hasta ahora no se había visto".

"Es lograr sorprender -subraya- a los mejores magos del mundo, que componen el jurado, con un número que antes no se había visto, que lo has creado tú, y que entras a formar parte un poco de la memoria de este arte que tiene muchos siglos de vida".

Campeón de España y de Francia

Para participar en este evento mundial, refiere el mago, es necesario contar con al menos un título nacional, "ser el mejor de un país, circunstancia que yo tenía al proclamarme campeón de Francia hace dos años, y el de España el año pasado", una cuestión con la que la organización se asegura el concurso de los mejores.

De los catorce artistas españoles que acudieron a la cita china, tan sólo Jorge Luengo consiguió un galardón, a excepción de una mención de honor que recibió Juan Tamariz por su dilatada y exitosa trayectoria.

El ilusionista señala que él, en principio, había asegurado su participación en la modalidad de mentalismo, pero que una vez allí, y ante la imposibilidad de poder acumular dos premios, "preferí arriesgar en el de invención, y la cosa salió bien, porque logré entusiasmar al público y lo que es más importante, al jurado".

A este respecto explica que su número consistía en que un espectador elegido al azar fuese capaz de leer la mente a otro espectador, "una cosa muy complicada, porque que un mago lo haga, dentro de la dificultad, no engendra tanta complicación como entre dos personas que no se conocen, ajenas a este mundo, eso es magia".

Para él, este título mundial supone el reconocimiento a muchos años de esfuerzo, "llevo practicando la magia desde que tenía 4 años", y que todo el mundo subraye "tu calidad y tu profesionalidad como mago, es lo máximo a lo que puedo aspirar como mago, por lo que me ha reportado mucha felicidad".

El título de campeón del mundo también ha propiciado que Luengo, que ayer regresó de Pekín haya recibido en los últimos días "multitud de ofertas de trabajo, tanto en China, como en Las Vegas y otros enclaves típicos de la magia mundial".