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Chávez afirma que "empiezan a soplar vientos de guerra" por las bases de EE.UU. en Colombia

  • El presidente venezolano aprovecha la cumbre de Unasur para criticar las negociaciones
  • Estados Unidos y Colombia discuten sobre la ampliación de sus acuerdos militares
  • Chávez asegura que su país se está preparando, porque "nos tienen en la mira"
  • Chile y Ecuador, que se traspasan la presidencia, piden la condena del gope de Honduras
  • Acuerdan convocar una reunión en agosto para lograr una postura común respecto a las bases

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Chávez: "Soplan vientos de guerra"

El presidente de Venezuela, Hugo Chavez, ha advertido este lunes, en el marco de la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que la presencia militar estadounidense en bases colombianas que ambos países están negociando, "puede generar una guerra en Suramérica", subrayando que "vientos de guerra comienzan a soplar".

Así, Chávez ha asegurado que su país se está preparando porque "nos tienen en la mira" y se ha quejado de que la III Cumbre Ordinaria de Unasur, que se celebra en Quito, no haya incluido, al parecer, en su documento final, este asunto.

El mandatario venezolano ha insistido en que "el anuncio de la instalación de siete bases en territorio colombiano" preocupa en su país y además "puede convertirse en una tragedia", una amenaza que ya vertió el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

Finalmente, los cancilleres de la Unasur han decidido no plasmar ningún pronunciamiento al respecto, ante la falta de consenso existente respecto a una propuesta de resolución presentada por Bolivia para que el organismo rechazara la instalación de bases militares extranjeras en la región. Pero sí acordaron convocar una próxima reunión este mes de agosto para que los ministros de Exteriores y de Defensa lo discutan e intenten lograr una postura común.

Fernández se ofrece como anfitriona de una Cumbre Extraordinaria

La enfática intervención de Chávez dio pie a que otros presidentes hablaran con preocupación del asunto. El presidente brasileño, Lula da Silva, planteó que la Unasur invite a Estados Unidos "a una discusión profunda" sobre su relación con Suramérica, mientras que la argentina Cristina Fernández advirtió de un "estado de beligerancia inédito e inaceptable" y se ofreció como anfitriona para una Cumbre Extraordinaria de la Unasur en Buenos Aires para tratar este tema con la presencia del presidente Uribe.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, apuntó que es "obligación" de Unasur "salvar al pueblo colombiano de los militares norteamericanos", mientras que el paraguayo Fernando Lugo pidió que no se siente a ningún gobernante en el banquillo de los acusados, en alusión a Uribe.

En representación de Colombia, su vicecanciller, Clemencia Forero, insistió en que en su país no hay ni se van a instalar bases militares extranjeras y dijo que la negociación de Bogotá con Washington solo establece un acceso limitado de militares estadounidenses.

"Respuesta militar y contundente"

Chávez ha acusado a Colombia de "seguir las tesis del ataque preventivo" y ha recordado el bombardeo colombiano, el 1 de marzo de 2008, contra un campamento de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, cerca de la frontera, incursión por la que Quito rompió relaciones con Bogotá, aún no restablecidas.

"No voy a permitir que a Venezuela le hagan lo que le hicieron a Ecuador. Tendrán una respuesta militar y contundente", ha advertido el presidente venezolano, que también ha aludido a Honduras, al recordar que el depuesto presidente de ese país, Manuel Zelaya, fue sacado de "su cama" el pasado 28 de junio y expulsado, asegurando tener "evidencia de que la orden se dio en la base (estadounidense) de Palmerola", en esa nación centroamericana.

Chávez ha reiterado la tesis de que algunos sectores de Estados Unidos, que no ha detallado, han estado tras la salida del poder de Zelaya y ha afirmado que "debemos pedir coherencia" al presidente norteamericano, Barack Obama.

Ecuador asume la presidencia

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha inaugurado la cumbre aludiendo a la necesidad de "reflexionar sobre la marcha de la integración regional" al iniciarse la conmemoración del bicentenario de la independencia de los países sudamericanos, antes de entregar la presidencia temporal de Unasur a Ecuador.

Tanto la presidenta chilena como el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha aludido al golpe de Estado de Honduras. Correa, en concreto, ha instado a que los doce países que integran la organización pidan la restitución "incondicional" de Manuel Zelaya en el poder.

En cuanto a la crisis económica, el mandatario ecuatoriano ha argumentado que si el capitalismo es el culpable sería "irresponsable" dejar en sus manos la solución, por lo que ha insistido en la necesidad de crear el Banco del Sur y de constituir un fondo de reservas común para Suramérica.