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El ladrón de bibliotecas tenía una ruta planeada sobre un mapa de carreteras

  • Tenía como objetivos 28 provincias españolas, Portugal, Francia e Italia
  • El detenido había incautado más de 67 mapas y documentos de gran valor histórico
  • No quería el material incautado para venderlo, sino para su colección personal
  • Comenzó su particular operación al conocer el robo de Ptolomeos en la Biblioteca Nacional en 2007

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La Guardia Civil ha detenido a un hombre que tenía en su poder 67 mapas de gran valor

El presunto ladrón de bibliotecas, detenido el pasado viernes en un hotel de Pamplona por la Guardia Civil y que ya se encuentra en prisión, tenía diseñada una elaborada ruta de bibliotecas en las que robar. 28 provincias españolas, Portugal, Francia e Italia eran sus objetivos, según ha informado la Guardia Civil.

Z.V., había robado más de 67 mapas y documentos cartográficos de los siglos XVI y XVII de gran valor en bibliotecas de Soria, Toledo, Valladolid, Logroño y Pamplona. Entre los documentos encontrados se hallaron  varios Ptolomeos.

Este ciudadano húngaro de 47 años iba señalando en un mapa de carreteras las bibliotecas que pensaba "visitar". Según este mapa aún le quedaban 30 ciudades que recorrer en España antes de ir a Portugal.

Al ladrón lo acompañaba su compañera sentimental, de nacionalidad dominicana. Ésta no ha sido detenida porque aún no se ha demostrado que colaborara con él. Simplemente "se dedicaba a hacer turismo mientras tanto", afirma el portavoz de la Guardia Civil.

El detenido no tenía antecedentes penales y, según ha asegurado a la Guardia Civil, el material robado lo quería para su colección personal, no para venderlo. Comenzó con los robos al conocer el caso de los diez mapas ptolomeos robados en la Biblioteca Nacional en agosto de 2007, si otro lo ha hecho, "por qué no iba a poder hacerlo yo", ha declarado.

'Modus operandi'

Tras conseguir pases de investigador falsos, entraba en las bibliotecas y desprendía los mapas con pequeñas cuchillas. Los escondía en carteras y los sacaba ocultos en carpetas o dobles fondos que hacía artesanalmente.

Si había arcos de detección de metales en la puerta de la biblioteca, empleaba utensilios fabricados por él, como tarjetas seccionadas de manera que sirvieran de hoja cortante.

El Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, que buscaba todos los documentos robados desde el pasado abril en la llamada "operación Biblión", los localizó finalmente a través de los registros de los hoteles en que se alojaban.

Esta operación se inició en marzo de 2008, cuando fue robado un mapa de 1537 en la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del Escorial (Madrid). Las investigaciones se retomaron al reaparecer el presunto ladrón en la Biblioteca de Salamanca el pasado mes de abril.

Ahora lo más importante es averiguar si el detenido tenía contactos a los que vender los materiales incautados, cuyo valor económico no puede establecerse, pues "en el patrimonio histórico el valor depende de la oferta y la demanda: si a un coleccionista caprichoso le faltaba justo ese ptolomeo, podría llegar a pagar lo que fuera por él", ha explicado el portavoz de la Guardia Civil.