Las dificultades de acceso retrasan el rescate del montañero Óscar Pérez

• Las malas condiciones del terreno está creando dificultades al equipo de rescate
• Han logrado poner 1.000 metros de cuerta y equipar otros 1.000 metros de pared
• Se encuentran a 300 metros del collado, al pie de la aistra donde está el montañero
• El aragonés permanece aislado en el pico de Latok con diversas fracturas
• Lee aquí toda la historia del rescate de Óscar Pérez

El tiempo dificulta el rescate de Óscar

El acceso del grupo de rescate a la zona en la que se encuentra aislado el montañero español Óscar Pérez está resultando más complicado de lo previsto debido a las malas condiciones del terreno.

El equipo se aproxima este sábado al pie de la arista del Latok II, un pico de 7.125 metros de la cordillera del Karakorum, en Pakistán, en el que permanece el aragonés desde el miércoles 5 de agosto a una altura de 6.300 metros de altitud y con diversas fracturas.

El equipo comenzó sus labores este viernes con el fin de rescatar a Óscar Pérez y ya se encuentra a 300 metros del collado aunque las labores se han complicado.

El acceso al collado está siendo más difícil de lo previsto debido a que los alpinistas están afrontando la escalada por una zona que ninguno de ellos conocía previamente, lo que les lleva a extremar la cautela.

A ello se suma el contratiempo que se produjo este viernes, cuando el material que les proporcionó el helicóptero de apoyo se desparramó por la zona, lo que obligó al equipo de rescate a perder un tiempo muy valioso en su recogida.

El trabajo desarrollado en las últimas horas ha sido muy intenso. Según ha informado a RTVE.es Lorenzo Ortas, presidente del Club Peña Guara de Huesca, al que pertenece Pérez, el equipo de rescate ya ha logrado poner 1.000 metros de cuerda y ha equipado casi 1.000 metros de la pared sur del Latok.

Los montañeros están realizando relevos para la escalada, con el fin de alcanzar cuanto antes el punto en el que está Óscar Pérez.

El equipo que ha iniciado este sábado la escalada este sábado -formado por Fabrizio Zangrelli, Jordi Tosas y Daniel Ascaso- ha descendido hasta el campamento base para descansar y otro grupo le ha tomado el relevo.

Mientras, cuatro porteadores de altura continúan poniendo cuerda.

Según ha asegurado Ortas, el collado al que se aproxima el grupo de rescate está a unos 5.600 metros de altitud aunque a partir de ese punto aumentará la dificultad ya que desde ahí hasta el lugar en el que está el montañero español hay casi 1.000 metros que son todo pared vertical.

Por tanto, es difícil saber cuándo podrán alcanzar la arista en la que se encuentra Pérez pero las previsiones indican que al menos serán necesarias 48 horas. Lo más positivo es que el parte meteorológico en la zona anuncia buen tiempo al menos hasta el martes.

Sin comunicación

Lorenzo Ortas  ha señalado que no tiene información porque no es posible establecer comunicación con Pérez, pero ha apuntado que tenía una fractura "posiblemente de tibia y peroné y otra en una muñeca, tenía una mano inutilizada".

La esperanza reside en que el montañero haya oído el ruido del helicóptero de rescate cuando sobrevoló la zona para hacer fotografías del lugar y que, de este modo, sepa que les están buscando.

Otro aspecto que puede condicionar la situación de Oscar Pérez son las temperaturas, pero Ortas ha aclarado que "a esa altura no son muy bajas, aunque lo puedan parecer. 15 bajo cero cuando más frío" y ha señalado que el montañero dispone de dos sacos y "está bien", si bien el problema es que "sea capaz de hidratarse, porque solo puede manejar una mano y está en una repisa".

Ortas ha dicho estar "esperanzado". "A veces cuando veo que todo va más lento de lo esperado me pongo más pesimista y dentro de un rato estaré optimista otra vez. Tenemos que estar esperanzados, si no, no tiene ningún sentido todo este esfuerzo que estamos haciendo", ha afirmado.

Los compañeros de Pérez no tienen más que palabras de agradecimiento para el ejército pakistaní, cuyo apoyo está resultado fundamental para el desarrolo de la misión.

El presidente del Club Peña Guara conoce bien el peligro que supone la alta montaña. En 1995, Ortas fue uno de los dos supervivientes de la expedición aragonesa al K-2 en la que murieron tres de sus integrantes.

Óscar Pérez y su compañero Álvaro Novellón estaban escalando el Latok II -7.125 metros en la cordillera del Karakorum, en Pakistán, y considerado uno de los montes más difíciles de escalar del mundo- cuando, tras hacer cumbre el miércoles y mientras descendían, Óscar sufrió una caída que le provocó una fractura en una pierna y otra en una mano. Tras comprobar que era imposible que bajara de allí, su compañero optó por dejarle a resguardo en una repisa de la cara sur de la montaña, con todo el material de abrigo, comida y un hornillo para fundir nieve y conseguir agua, y bajar a pedir ayuda.