Rusia, la verdad amordazada
- Denunciar vulneraciones de derechos humanos es una labor de alto riesgo en Rusia
- Desde el gobierno la respuesta suele ser la misma: se trata de casos aislados
La realidad es que casi nunca se investigan y rara vez llegan a un juzgado
Denunciar vulneraciones de derechos humanos o investigar más allá de ciertos límites se ha convertido en ciertas partes de Rusia, en una labor de alto riesgo.
Activistas sociales y periodistas críticos viven en su propia piel los estragos de quienes extorsionan, amenazan o matan a los que proclaman la verdad incómoda.
Desde el gobierno la respuesta suele ser la misma: se trata de casos aislados.
La realidad es que casi nunca se investigan y rara vez llegan a un juzgado.
Esta semana aparecían en la capital de Chechenia los cuerpos sin vida de la responsable de la ONG 'Salvemos a la generación de la guerra', y su marido.
Pero este no es el único caso de asesinatos, antes fueron Natalia Estemírova o Annna Politkovskaya, entre otros. El silencio es el único seguro de vida. Informe Semanal repasa sus casos.