Enlaces accesibilidad

El Gobierno mexicano sustituye sus policías de aduanas por militares

  • El Ejército ha asumido el control de aduanas de México en la frontera con EEUU
  • Los policías fiscales han sido reemplazados como parte de un plan de depuración
  • Los nuevos agentes están capacitados en armas y técnicas de inspección fiscal
  • México es un foco de tráfico de armas provenientes de Sudamérica

Por
Despliegue del ejército mexicano para garantizar un relevo relámpago en las fronteras

El Gobierno mexicano ha decidido no renovar los contratos laborales de 700 policías de aduanas a los que ha sustituido con unos 1.500 agentes del Ejército recién entrenados, según han informado fuentes del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Todos los agentes de la Policía Fiscal en el país (de las aduanas) han sido sustituidos al acabarse sus contratos el pasado sábado 15 de agosto.

Fuentes del Servicio de Administración Tributaria han declarado que la renovación se ha dado tras un operativo conjunto en el que recibieron el apoyo de la Procuraduría General de la República (PGR) y del Ejército.

El movimiento de personal se enmarca en los planes del Gobierno del presidente mexicano, Felipe Calderón, para reforzar el control de las aduanas del país, combatir el contrabando, y modernizar las operaciones aduaneras.

Los nuevos agentes han sido capacitados en manejo de armas, aspectos legales del comercio exterior, y modernas técnicas de inspección fiscal que involucran, por ejemplo, la manipulación de aparatos de rayos X y gamma.

México es un foco de tráfico de armas, la mayoría de las cuales proviene de Estados Unidos, de drogas de Sudamérica, y de contrabando asiático. A su vez, del país salen grandes cantidades de cocaína, heroína, marihuana, y drogas sintéticas, muchas de las cuales se ocultan en cargamentos de mercancías con la complicidad de algunos funcionarios. 

El crimen organizado se extiende cada día más en este país y se filtra a todos los niveles de Gobierno pese a la lucha contra la delincuencia. En lo que va de año, los muertos por la violencia que generan los cárteles de la droga y los enfrentamientos con agentes federales y militares suman ya más de 4.000, según informa la agencia Prensa Latina.