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El único torero inglés cumple 67 años y prepara su retorno a los ruedos

  • Se vistió de luces por primera vez a los 48 años en 1991
  • Asegura que torea por placer, y que los ruedos le rejuvenecen
  • La crisis hace más mella en las plazas de menor categoría

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British matador Frank Evans performs a pass on a bull during a bullfight in Villanueva de la Concepcion, near the southern town of Malaga
El matador inglés Frank Evans sale al ruedo en una corrida en Villanueva de la Concepcion, Málaga

Frank Evans, el único torero de origen británico, celebra este martes en España su 67 cumpleaños con la ilusión que supone su inminente vuelta a los ruedos vestido de luces cuatro años después de su retirada por problemas de salud.

Será el próximo 30 de agosto en Benalmádena (Málaga), en la misma plaza en la que toreó por última vez el 14 de agosto de 2005 y en la que decidió retirarse al agravarse una lesión de rodilla que arrastraba desde su época de jugador de rugby.

"Para mí es un sueño poder vestirme de luces de nuevo porque creí que nunca más lo podría hacer; es algo tremendo" ha reconocido el matador de Manchester en la entrevista concedida a la Agencia Efe en la que asegura tener la rodilla "mejor que antes" y estar "en plenas facultades" para seguir toreando a pesar de su avanzada edad.

También afirma haber superado sus problemas de corazón tras la delicada intervención quirúrgica en la que le colocaron un cuádruple bypass y que, a su juicio, le ha librado de un infarto.

Reconoce que sería "dificilísimo" torear en su país

"Me rejuvenece torear, parece que tengo 25 años" bromea con un buen acento español. Evans está convencido de que "nunca" se debía haber retirado y de que seguirá "mientras siga disfrutando" y los toros le respeten.

Define su estilo como "más clásico que otra cosa". Sus toreros predilectos son Paco Ojeda y Curro Romero aunque Enrique Ponce también le "encanta" y, si tuviese que comprarse hoy mismo una entrada para una corrida, lo haría para ver "a Morante de la Puebla o a José Tomás".

Desde que decidió meterse en este mundo en 1991, con 48 años, ha toreado cuarenta corridas de toros y casi un centenar de festivales en plazas de España, Francia, México y Venezuela. Ahora baraja una oferta para torear en China y reconoce que es "dificilísimo" que esta situación se pudiera dar en su país.

La cornada más dolorosa se la dio una vaca

"En mi país la mayoría lo ve como un espectáculo cruel -añade- pero los animalistas radicales son una minoría, como los taurinos, a pesar de que hay sendos clubes taurinos en Londres y Manchester".

Recuerda las tres cogidas que ha tenido durante su carrera, especialmente las que sufrió en Francia y en México, aunque la más dolorosa fue la que le dio una vaca "muy vieja, de casi quince años", que le produjo fuertes molestias en las nalgas durante un tiempo.

Para preparar su reaparición del próximo día 30, Evans actuó el año pasado en un festival en Villanueva de la Concepción -Málaga-, este año ha participado en otros dos en Benalmádena y Alhama de Granada y volverá a vestirse de corto el próximo día 27 en la provincia de Cuenca.

Le preocupan los efectos de la crisis en el mundo taurino

Frank Evans torea "para disfrutar, no por dinero" y durante su ausencia en los ruedos ha echado de menos "los aplausos del público y la vida de torero, los entrenamientos en el campo y los cuidados que exige una profesión tan difícil", según confiesa.

El matador expresa su preocupación por el hecho de que la crisis esté afectando a la organización de los espectáculos taurinos, especialmente a las plazas de menor categoría "donde no se anuncia casi nada porque no hay dinero, mientras que en las plazas de primera se agotan las entradas".

A la espera de su soñado paseíllo en Benalmádena, Evans planifica su futuro y, a punto de partir hacia Jerez de la Frontera para ver los toros que matará el día 30, avanza que ya está en negociaciones para torear en septiembre y octubre en otros ruedos andaluces.