Indiferencia entre la población afgana la espera de los resultados electorales
- Las denuncias de fraude, que Karzai ha negado, se han recibido con preocupación
- La Comisión de Quejas tiene más de 30 denuncias que podrían afectar al proceso
- Este martes, el Comité Electoral dará a conocer un tercio de los resultados
- Los dos candidatos principales, Karzai y Abdulá, se auto-proclamaron vencedores
La situación en Afganistán se ha complicado aún más después de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de agosto.
El segundo favorito a ganar los comicios y máximo rival en la oposición del presidente Hamid Karzai, Abdulá Abdulá, ha acusado al Gobierno de fraude electoral masivo, después de que ambos candidatos a hacerse con el control del país afgano se declararan vencedores en las recientes elecciones.
Abdulá, ex ministro de Exteriores, ha asegurado tener pruebas de fraude en los micrófonos de Radio Nacional.
En Afganistán, estas acusaciones se han recibido con inquietud y preocupación. El todavía presidente del país y favorito a ganar los comicios, Hamid Karzai, ha negado las acusaciones.
La Comisión de Quejas Electorales ha declarado haber rebicido más de doscientas denuncias por fraude y supuesta compra de votos ficticios. Según ha informado, más de 30 de esas denuncias son significativas y podrían afectar al proceso electoral.
El propio jefe de los observadores europeos, Philippe Morillon, ha calificado las elecciones como "justas", pero no "libres", porque en muchos puntos del país los talibanes o los "señores de la guerra" impusieron su criterio sobre los votantes.
Este martes se conocerán los primeros resultados parciales
La comisión encargada del recuento de votos ha pedido prudencia y tranquilidad ante las denuncias y ha asegurado que se está llevando a cabo un recuento de votos justo y equilibrado.
Este martes, el Comité Electoral Independiente dará a conocer datos parciales del resultado de los comicios; concretamente, un tercio de los resultados totales.
También debe establecer todavía los datos de participación, que según un portavoz estarán comprendidos entre el 45 y el 50% de los electores.
Los analistas esperan datos de participación particularmente bajos en el sur del país, las áreas donde son más intensas las operaciones contra los talibanes, que llamaron al boicot electoral e incluso cortaron los dedos a dos personas que acudieron a votar.
Indiferencia entra la población respecto a los resultados electorales
En el quinto país más pobre del mundo pocos piensan que, sea Karzai o Abdulá quien se haga con el poder de Afganistán, vaya a cambiar la terrible situación de pobreza e inseguridad que atraviesa el país.
"Ni voté ni me interesa el resultado. Aquí son más importantes otras cosas", asegura Navín, un vendedor del mercado de Mandawí, una populosa zona de compras donde las tiendas de tejidos se alternan con las de cacharros para la casa.
"Claro que hay fraude. Karzai quiere ser reelegido a toda costa. Y además, la tinta era supuestamente indeleble, pero podía borrarse", comenta Ramiz, un vendedor de frutos secos que conserva la mancha en el dedo desde que votó el pasado día 20.
Dos soldados de la OTAN muertos en una explosión
Mientras tanto, continúa la oleada de violencia en el país, que ya fue protagonista en los últimos días de la campaña electoral y se mantuvo en forma de amenaza de los talibanes durante la jornada de votaciones.
Al menos dos soldados de la OTAN en Afganistán han muerto por la explosión de un artefacto en el sur del país, ha informado este lunes el mando militar de la Alianza Atlántica.
Sobre estas muertes sólo se sabe que el estallido tuvo lugar el domingo, ya que la organización militar no ha revelado la nacionalidad de las víctimas.