El secuestrador de la chica reaparecida en EE.UU. asegura que tenían una relación "enternecedora"
- Phillip Garrido era un fanático religioso en libertad condicional por delitos sexuales
- Afirmaba que Dios le hablaba y que estaba destinado a salvar el mundo
- La joven tuvo su primera hija con 14 años y nunca fue al médico ni al colegio
- El padrastro de la chica aegura que se trata de su hija y que ésta "lo recuerda todo"
Phillip Garrido, el hombre que en 1991 secuestró a Jaycee Lee Dugard, la joven que ha sido encontrada viva este jueves en California, Estados Unidos, ha asegurado que la chica y él mantenían una relación "enternecedora".
Jaycee reapareció cuando su secuestrador, en libertad provisional por delitos sexuales, fue llamado a una comisaría de Policía. Entonces, Garrido declaró que el mundo se sorprendería cuando salgan a la luz los detalles de una "historia impactante".
Garrido es un fanático religioso que aseguraba que Dios se comunicaba con él, según han contado sus conocidos. Organizaba servicios religiosos en su jardín y afirmaba que había recibido una llamada de Dios para "salvar al mundo entero", según explica en su blog "Voices Revealed".
Garrido, de 58 años, se encuentra detenido junto a su mujer Nancy, de 54, que estaba con él en el momento del secuestro; ambos serán procesados este viernes.
Phillip se enfrenta a cargos de secuestro y abuso sexual de la chica, con la que tuvo además dos hijas, y que contaba sólo 11 años cuando fue raptada en un coche mientras esperaba al autobús en la parada en frente de su casa.
Carl Probyn, el padrastro de la joven, quien además presenció el secuestro de su hijastra, según informa el diario The Times Online, ha asegurado que la chica reaparecida es Jaycee y que "lo recuerda todo".
La llamada de Dios
Según testigos cercanos a los Garrido, Phillip hablaba a menudo de dejar el negocio de imprenta que tenía en su casa y dedicarse por completo a la religión. Algunos de sus conocidos han llegado a decir que siempre sospecharon que montaría su propia iglesia.
Lo cierto es que en 2008 el secuestrador registró en su domicilio una empresa bajo el nombre de "God's Desire" (El deseo de Dios).
Garrido, que estaba fichado por la Policía y en libertad condicional por delitos sexuales, ha asegurado haber dejado unos documentos en la oficina del FBI de San Francisco que revelarán importantes detalles de "la más impactante historia contada por un testigo, la víctima"; una historia que el propio secuestrador ha calificado de "conmovedora".
Una vecina de los Garrido ha declarado en un testimonio recogido por Los Angeles Times que siempre le han parecido "buenos vecinos" y "buenas personas", y se ha mostrado muy sorprendida una vez que ha saltado la noticia.
Otro conocido de la familia ha dicho sobre Garrido que "divagaba" cuando hablaba y que nada de lo que decía "tenía sentido". "Nunca pensamos mal acerca de él. Sólo parecía bastante chiflado", ha añadido.
Aislada y madre a los 14 años
Jaycee, a la que los captores llamaban Allissa, ha pasado los últimos 18 años de su vida en un cobertizo en el patio trasero de la casa que los Garrido tienen en Antioch, una ciudad californiana a unos 270 kilómetros de South Lake Tahoe, la localidad en la que vivía la chica y donde fue raptada.
Durante estos 18 largos años, Jaycee ha permanecido aislada, escondida del mundo en el cobertizo donde sufrió los abusos sexuales de Garrido que dieron lugar al nacimiento de dos niñas, que ahora tienen 11 y 15 años.
La joven fue madre con tan sólo 14 años, cuando llevaba tres cautiva, y ha pasado estos años junto a las dos niñas en el cobertizo, que nunca fue localizado por la Policía, ya que estaba oculto por arbustos, cubos de basura y una lona que lo cubría.
Disponían de electricidad, un rudimentario aseo en el exterior y una ducha; unas instalaciones que la Policía ha definido similares a las de un "camping".
Ni Jaycee ni sus dos hijas acudieron una sola vez a una visita médica o fueron escolarizadas.