La muerte de Michael Jackson fue un homicidio
- El forense confirma que Jackson murió a causa de una intoxicación de Propofol
- La autopsia revela la presencia de otros medicamentos en la sangre de Jackson
- El informe completo no se hace público y sigue en poder de la policía
- El doctor Murray todavía no ha sido acusado formalmente
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El forense del condado de Los Ángeles ha confirmado oficialmente que Michael Jackson murió a causa de una intoxicación aguda de Propofol, un anestésico que se administra por vía intravenosa. No fue la única droga: la autopsia ha encontrado también restos de Lorazapam, MIdalozam, Diazepam, Lidocaína y Efedrina. Un cóctel que contribuyó al paro cardiorespiratorio.
El forense no ha revelado todo el contenido de la autopsia -apenas una breve nota de prensa-, pero las autoridades han determinado que la muerte de Jackson fue un homicidio.
Todavía no hay acusación formal contra el médico personal del artista, Conrad Murray, pero la orden de registro emitida la semana pasada ya dejaba claro que la policía consideraba el fallecimiento como homicidio no premeditado y apuntaba a Murray como responsable de los hechos.
No obstante, el homicidio no implica necesariamente que se presenten cargos en su contra, sobre todo teniendo en cuenta el historial adictivo del cantante. Tendrá que determinarlo la Fiscalía cuando reciba el informe policial.
La investigación se centra en Murray
Jackson falleció el 25 de junio a los 50 años tras sufrir un paro cardíaco. Desde entonces, la investigación realizada por agencias estatales y federales se han centrado en Conrad Murray, el médico personal de Jackson que estaba a su lado el día que murió y en la dosis de sedantes que éste le proporcionó.
La documentación policial califica el caso de homicidio no premeditado e incluye una declaración jurada de Murray, que contó a los investigadores del Departamento de Policía de Los Ángeles que había estado tratando al cantante de insomnio durante seis semanas suministrándole 50 miligramos de Propofol diariamente.
Sin embargo, el médico señaló que temía que Jackson estuviera desarrollando una adicción y redujo la dosis a 25 miligramos, mezclando el propofol con otros sedantes, como lorazepam y midazolam.
Registro de las oficinas del doctor
La policía ha registrado el domicilio y las oficinas del médico en Houston, Texas, para revisar, entre otra documentación, sus facturas. Aunque Murray ha admitido haber administrado propofol al cantante, no consta que adquiriese, ordenase u obtuviese la medicación bajo su licencia médica o través de identificación ante la agencia antidroga (DEA).
De acuerdo con la declaración jurada incluida en los documentos judiciales, el día que el cantante murió, Murray quiso prescindir del propofol y, según dijo, suministró a Jackson valium, a primera hora de la tarde. Al no funcionar, le inyectó lorazepam por vía intravenosa y posteriormente midazolam.
En las horas siguientes, y siempre según su declaración, Murray le habría suministrado a Jackson varios medicamentos más y, después de que el cantante lo pidiera repetidas veces, finalmente le dio propofol. Después, Murray dejó sólo a Jackson para telefonear a su oficina y a su familia en Houston y cuando volvió, vio que no respiraba e intentó reanimarlo sin éxito.