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El gobierno británico admite no quería que el terrorista de Lockerbie muriese en prisión

  • El ministro de Exteriores confirma que expresó esa postura al gobierno libio
  • La oposición conservadora critica el "doble juego" de Brown con EE.UU. y Libia
  • El primer ministro niega de nuevo que hubiese contrapartidas por la liberación

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El ministro de Asuntos de Exteriores británico, David Miliband, ha confirmado que el gobierno británico no quería que Abdelbaset al-Megrahi, el principal acusado del atentado de Lockerbie, en el que murieron 270 personas, falleciese en la cárcel.

De esta forma, Miliband confirma el contenido de los documentos hechos públicos por el gobierno escocés para justificar la liberación del terrorista el pasado lunes en los que se recoge que el pasado mes de febrero el Foreign Office dejó claro que ni Miliband ni el primer ministro británico, Gordon Brown, querían que Megrahi muriese en prisión.

En concreto fue Bill Rammell, un alto cargo de Exteriores el que se dirigió a las autoridades libias en Tripoli después de que el gobierno libio le comunicase que mantener al terrorista de Lockerbie en prisión era de hecho una sentencia de muerte.

Polémico documento

Después, en un encuentro entre el ministro de Europa libio y cargos del gobierno escocés, el primero dijo que Rammell "había declarado que ni el primer ministro ni el ministro de Exteriores quieren que Megrahi pase a la otra vida en prisión pero la decisión está en manos del gobierno escocés". 

Estos comentarios ponen en evidencia al primer ministro británico, que había negado que el estuviese de acuerdo o en desacuerdo con la liberación de Megrahi y que ha sido acusado inmediatamente por el líder de la oposición conservadora, David Cameron, de jugar a dos bandas con Estados Unidos y Libia.

"Estamos en una situación estrambótica donde el gobierno ha enfadado a uno de nuestros aliados más importantes -Estados Unidos- que aún no nos ha dicho que piensa de este asunto, y donde se nos acusa de haber jugado a dos bandas, diciendo una cosa a Libia y otra a Estados Unidos", ha denunciado Cameron.

¿Doble juego?

El líder conservador, que ha asegurado que Megrahi debería haber muerto en la cárcel debido a la gravedad de su delito, considera que se habían dado garantías a Estados Unidos de que el terrorista pasaría el resto de sus días en prisión, algo que finalmente no se ha cumplido.

Por su parte, Brown ha rechazado que su gobierno presionase a Escocia para mejorar las relaciones comerciales con Libia y que mantuviese doble juego alguno entre EE.UU. y el país africano.

"Por nuestra parte no hubo conspiración ni encubrimiento ni doble juego ni acuerdo sobre petróleo ni intento de dirigir a los ministros escoceses ni garantías en privado por mi parte al coronel Gadafi", ha subrayado durante una cumbre sobre empleo en Birmingham.

"Fuimos absolutamente claros con los libios y con todos los demás al decir que fue una decisión del gobierno escocés", ha resaltado.