Zelaya espera que EE.UU. declare que hubo golpe militar y condene las violaciones
- La petición de Manuel Zelaya se produce la víspera de su reunión con Hillary Clinton
- En la reunión también tratarán el resultado de la mediación de Óscar Arias
El presidente depuesto pide a la Administración Obama más acciones contundentes
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha expresado este miércoles su deseo de que el Gobierno de EE.UU. declare el golpe de Estado del pasado 28 de junio como un golpe militar y condene de forma contundente las violaciones a los derechos humanos.
"El Departamento de Estado todavía no se ha pronunciado sobre las violaciones a los derechos humanos. Esperamos que en las próximas horas no sólo declare el golpe militar sino que también esperamos su respuesta sobre la violación de derechos humanos evidentes en Honduras", ha señalado Zelaya en una conferencia en la Universidad George Washington.
La petición de Zelaya, quien fue derrocado y expulsado de su país el pasado 28 de junio, se produce la víspera de su reunión con la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton.
Suspensión de ayudas
El Departamento de Estado de EE.UU. ha reconocido que estudia la posibilidad de calificar de "golpe militar" el derrocamiento de Zelaya y, de momento, ha suspendido unos 18 millones de dólares en ayudas. El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, ha indicado que todavía no se ha tomado una decisión al respecto.
En concreto, la firma de Clinton significaría suspender a Honduras las ayudas de la Millennium Challenge Corporation (MCC), que suscribió en 2005 un convenio de cinco años con Tegucigalpa por 215 millones de dólares. Hasta la fecha, la MCC ha desembolsado 80,3 millones de dólares a Honduras bajo ese convenio.
En la reunión con Clinton, el depuesto mandatario hondureño tratará esta cuestión y el resultado de la mediación del presidente costarricense, Óscar Arias, que, en opinión de Zelaya, se ha visto "debilitada totalmente" por la negativa del Gobierno de Roberto Micheletti a aceptar el plan del Premio Nobel de la Paz de 1987.
Pide a EE.UU. más acciones contundentes
El depuesto presidente ha dicho que abordará también con Hillary Clinton las violaciones a los derechos humanos en Honduras a manos del gobierno de facto, y denunciará, a modo de ejemplo, el hecho de que el ex capitán del ejército hondureño Billy Joya, asociado a los "escuadrones de la muerte", sea ahora ministro asesor en materia de seguridad de Micheletti.
Según Manuel Zelaya, EE.UU. ha impulsado varias acciones de presión contra el gobierno de facto después del golpe de Estado, pero "hay muchas otras cosas que hacer"
El Gobierno del presidente Barack Obama, dijo, se ha involucrado en la búsqueda de una solución a la crisis cuando propuso como mediador a Arias, por lo que ahora pide más acciones contundentes de parte de EE.UU.
"Su propuesta de mediación y el documento para buscar una solución no lo acepta el pequeño grupo de insurrectos golpistas de Honduras y se burla prácticamente de la comunidad internacional, y además de la propia administración de EE.UU. ha afirmado Zelaya.
Kelly ha señalado al respecto que EE.UU. sigue pensando que puede "ayudar" al gobierno de facto a tomar la decisión adecuada, la de aceptar el acuerdo, al usar su influencia y hacer llamamientos a todos los actores políticos, actuar a través de la Organización de Estados Americanos (OEA) y aplicar medidas de presión.
Zelaya ha recalcado que la primera potencia del mundo no puede poner en juego el cambio en política exterior que ofreció a América Latina por "alguien que dio un golpe y que no acepta las recomendaciones ni de EE.UU. ni de la comunidad internacional". "Es un gran reto, una prueba de fuego para la Administración Obama ese primer zarpazo a la democracia en América Latina", ha señalado.
Zelaya confía en que EE.UU. aumente su presión
Sin embargo Manuel Zelaya ha declarado que confía en que Estados Unidos aumente su presión sobre el Gobierno de Micheletti. "Creo que tienen la voluntad de hacerlo, pero vamos a ver si realmente puede ejercitarla", ha agregado.
El presidente depuesto ha asegurado además, que "el 90% de los países del mundo no van a reconocer un gobierno surgido de unas elecciones dirigidas por un régimen ilegal", aludiendo a los comicios previstos para el 29 de noviembre en Honduras.
"No van a reconocer las elecciones mientras el presidente electo no sea restituido en sus funciones y no se revierta el golpe de Estado", porque unas elecciones en estas condiciones "no representan una salida, sino más bien una profundización de la crisis política", ha concluido.