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EEUU pierde 216.000 empleos en agosto y el paro se eleva al 9,7%

  • La sangría en el empleo es la más suave de los últimos 12 meses
  • La destrucción de puestos de trabajo es menor de lo previsto
  • La recesión se ha cobrado ya 7,4 millones de empleos en EEUU
  • El paro remacha el mensaje de no retirar el estímulo económico antes de tiempo
  • El desempleo sigue amenazando el consumo

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El motor económico mundial destruyó 216.000 empleos el pasado mes de agosto. La tasa de paro vuelve a repuntar tres décimas y se eleva al 9,7%, la mayor del último cuarto de siglo. El desempleo afecta a casi 15 millones de personas en Estados Unidos.

La actual recesión se ha comido ya 7,4 millones de puestos de trabajo y la tasa de paro se encamina a los dos dígitos que prevén las autoridades para principios del año que viene. Además, crece el número de trabajadores que han tirado la toalla y ya no buscan empleo: el doble en doce meses.

No obstante, la destrucción de empleo en agosto es menor de lo previsto por los analistas aunque la tasa de paro rebasa sus pronósticos. En todo caso, se trata del hachazo más suave de los últimos doce meses. En enero, la crisis se llevó por delante el triple de víctimas: 741.000, la cifra más alta desde 1949.

La debilidad de la recuperación aconseja mantener el estímulo económico

El paro remacha las advertencias de las autoridades económicas. El secretario del Tesoro, Tim Geithner, considera que es demasiado pronto para quitar las medidas de estímulo económico sin precedentes. Lo dijo poco antes de partir para Londres, donde se reúne con los ministros de finanzas de los países del G-20. Uno de los puntos que debatirán es precisamente cuándo y como retirar esas inyecciones fiscales y monetarias.

No es el único. El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, ha lanzado una advertencia en la misma línea. Las medidas de estímulo adoptadas para combatir la actual crisis económica deberían ser retiradas "sólo cuando la recuperación económica haya tenido lugar y el desempleo descienda".

La fragilidad de la recuperación deriva del paro. A pesar de que crecen los brotes verdes en EEUU -el sector inmobiliario parece haber tocado fondo, las bolsas recuperan el terreno perdido, las ventas de coches se disparan y la producción industrial repunta- el consumo sigue particularmente débil. Y es previsible que siga convaleciente hasta que no se recupere el empleo.