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La embajada de EEUU en Kabul despide a 8 empleados por las orgías

  • Otros dos han dimitido y se va a sustituir al equipo directivo
  • Es la primera medida disciplinaria ante el escándalo de las orgías
  • El departamento de Estado había abierto una investigación
  • La organización independiente POGO destapó las humillaciones y abusos
  • La empresa de seguridad, ArmorGroup, habia renovado su contrato en julio

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El departamento de Estado que dirige Hillary Clinton ha tomado cartas en el escándalo de las orgías en su embajada en Afganistán. Según un comunicado de la propia embajada, han despedido a ocho miembros del personal de seguridad de su legación en Kabul. Otros dos han dimitido. Además, adelantan que se sustituirá inmediatamente al equipo directivo de la empresa responsable.

Es la primera medida disciplinaria después de que la organización independiente POGO destapara los abusos y humillaciones que sufría el personal afgano a manos de los supervisores de ArmorGroup, la empresa subcontratada por el Gobierno para velar por la seguridad de la embajada.

Ya el pasado martes, el portavoz del departamento de Estado, Ian Kelly, aseguró que tendrían tolerancia cero con estos comportamientos y abrirían una investigación. Como medida preventiva, prohibieron el consumo de alcohol entre el personal de seguridad.

El caos viene de lejos

La denuncia de POGO, ponía además en cuestión la organización de ArmorGroup: pocos empleados, la mayoría no entienden el inglés, sufren jornadas abusivas, se les asignan tareas impropias, y como consecuencia lógica, rotación excesiva y seguridad comprometida.

Pero la denuncia también sembraba la duda sobre la actuación del departamento de Estado. Estaban avisados desde hacía dos años. Repetidamente, pero eso no les impidió renovar en julio el contrato a ArmorGroup, absorbida por G4S/Wackenhut, la mayor compañía mundial del sector.

El pésimo ejemplo dado por sus supervisores en Kabul, particularmente ofensivo para los musulmanes, se suma a los "errores" que acarrean los bombardeos indiscriminados. No sólo causan víctimas entre los talibanes sino entre la población civil, cuestionando la estrategia de la OTAN en el país.

Ritos humillantes

Peleas de borrachos, fiestas nudistas alrededor del fuego, juegos consistentes en orinar a los demás, beber chupitos en las nalgas de otros. Son algunos de los rituales humillantes a los que los supervisores de ArmorGroup sometían a sus empleados locales.

Así lo denunció la organización independiente POGO, encargada de vigilar los proyectos del Gobierno, que ha descrito la situación como similar a la de 'El señor de las moscas', la obra del autor británico William Golding en la que un grupo de niños en una isla desierta imponían sus rituales a otros bajo amenazas y humillaciones.