El G-20 mantendrá los planes de estímulo has ta que la recuperación de la economía sea efectiva
- La política fiscal y monetaria seguirá siendo expansiva hasta que se recupere la economía
- La limitación de los bonus a directivos de bancos ha sido la cuestión más controvertida
- Se aboga por una mayor participación de los países emergentes en el FMI y Banco Mundial
Los ministros de Economía y Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20 han acordado mantener los planes de estímulo económico hasta que la recuperación económica se afiance, según recoge el borrador de la reunión.
También han acordado que la política fiscal y monetaria seguirá siendo expansiva hasta que la recuperación de la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial sea efectiva.
La perspectiva económica mundial ha mejorado desde que los líderes del G-20 se reunieron en abril, aunque persiste la preocupación de que lo conseguido se desbarate si no se mantienen las iniciativas para reflotar la economía.
"Continuaremos implementando con decisión las medidas de apoyo financiero y de expansión monetaria y fiscal, con estabilidad de precios y políticas fiscales sostenibles a largo plazo hasta que la recuperación esté asegurada con firmeza".
Primas a directivos de bancos
Con los políticos en busca de alguien a quién culpar de la recesión, la retórica de la reunión se ha dirigido contra los banqueros y sus retribuciones multimillonarias en pleno colapso del sistema financiero.
Sin embargo, los ministros de economía no han sido capaces de consensuar unas reglas básicas que limiten los bonus que han percibido muchos directivos cuando los bancos para los que trabajaban han tenido que ser rescatados con dinero público.
En cambio, sí que se han puesto de acuerdo para establecer una estructura global con controles más estrictos sobre las bonificaciones que disuadan a los banqueros de repetir las arriesgadas operaciones que casi han costado la bancarrota de todo el sistema.
El borrador también recoge la necesidad de que los países emergentes, como China y la India, tengan un mayor papel en en Fondo Monetario Internacional, aunque no se ha concretado cuál sería la fórmula para conseguirlo.
Tampoco se ha concretado la propuesta de que los bancos reserven mayores cantidades de capitales que puedan ser reutilizados en caso de que alguno de los grandes bancos del mundo entren en bancarrota.
Aunque los miembros del G-20 están de acuerdo en la medida, las discrepancias se producen en la cantidad de dinero que habría que inmovilizar.