Uruguay, primer país latinoamericano que permite la adopción por parejas homosexuales
- El Senado da el visto bueno a la ley con la oposición del centro derecha y la Iglesia
- El pequeño país sudamericano se convierte en pionero en la región
- El partido gobernante prometió que aprobaría la ley a final de la legislatura
- La Iglesia ya se ha pronunciado en contra al considerar que va contra la familia
El Senado uruguayo ha aprobado la reforma legal que habilita la adopción de niños por parejas homosexuales, normativa que hará de Uruguay un estado pionero en Latinoamérica en ese derecho.
De los 23 senadores que expresaron su voto, 17 lo hicieron a favor de esta reforma, según ha indicado un portavoz de prensa del Senado.
El proyecto de ley de modificación del Código de la Niñez y la Adolescencia que permitirá la adopción de niños por parejas homosexuales fue respaldado por los senadores del gobernante Frente Amplio, de centro izquierda.
La principal fuerza opositora, el Partido Nacional o blanco, llevó la voz cantante en el rechazo de esta modificación legal, por entender que es contraria a la definición de familia que recoge la Constitución uruguaya.
La reforma legal, que convierte a Uruguay en el primer país de Latinoamérica en permitir este tipo de adopciones, ya había sido aprobada por la Cámara de Diputados el pasado 27 de agosto con algunas modificaciones respecto a un primer borrador aprobado en julio por los senadores.
Ahora será el poder Ejecutivo el encargado de dar el visto bueno final a la nueva normativa.
Oposición de la Iglesia
El proyecto de ley no es una novedad, pues ya en 2006 se habían adelantado sus principales objetivos aunque con la idea de aprobarlo al finalizar esta legislatura. Uruguay celebra el próximo 25 de octubre elecciones nacionales.
La Iglesia uruguaya también ha manifestado su total oposición a la nueva ley, al entender que las figuras materna y paterna "son fundamentales" para el desarrollo del niño.
Un reciente comunicado del Arzobispado de Montevideo señaló que la adopción por parejas homosexuales "es ir contra la misma naturaleza humana" y "contra los derechos fundamentales del ser humano como persona".