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El trato "inhumano" a los condenados a muerte en Japón provoca la locura de muchos presos

  • Amnistía Internacional denuncia las condiciones del corredor de la muerte nipón
  • Para los reos "cada día puede ser el último" porque no saben cuándo es su ejecución
  • Pueden pasar así años encerrados sin siquiera poder andar en la celda, según la ONG
  • Japón y EE.UU. son los últimos grandes países insdustrializados donde se ejecuta

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Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que las condiciones "inhumanas y degradantes" de detención de los condenados a muerte en Japón lleva a muchos de ellos a sufrir demencia.

Según la organización de defensa de los derechos humanos, los 97 condenados a muerte en el archipiélago esperan a ser ejecutados en cualquier momento.

"Cada día puede ser su último día. La llegada de un responsable con una orden de ejecución significa que la sentencia se cumplirá en tan sólo unas horas. Algunos viven así año tras años, incluso a veces décadas", denuncia la ONG.

"En estas condiciones inhumanas y degradantes, aumenta su ansiendad y angustia, por lo que muchos de ellos están al límite o sufren una enfermedad mental", continúa el informe. "Los presos sólo pueden salir de su celda para ir al servicio. Ni siquiera pueden andar por la celda, tienen que permanecer sentados", ilustra la asociación.

Además, Amnistía denuncia que la salud de este colectivo está rodeada de un gran hermetismo y que han denegado todas sus solicitudes para tener acceso a los reos. No obstante, ha concluido a través de testimonios de otras personas que tienen contacto con los presos que muchos sufren enfermedades mentales.

Japón y Estados Unidos son los últimos grandes países industrializados en los que sigue aplicándose la pensa de muerte. Las autoridades justifican su mantenimiento porque tiene el repaldo mayoritario de la población.

El centrista Partido Demócrata, que acaba de ganar las elecciones, ha prometido "fomentar un debate nacional" sobre la cuestión.