Carta póstuma de Ted Kennedy: "La salud es un derecho. Obama, cumpliremos nuetra promesa"
- El senador recién fallecido hizo de la reforma sanitaria "la causa de su vida"
El siguiente es el texto de la carta del senador Ted Kennedy a la que aludió el presidente Barack Obama en su discurso sobre la reforma del sistema de salud pronunciado ante el Congreso en pleno este miércoles por la noche.
La carta está fechada el 12 de mayo pasado. Edward Kennedy, el último de la dinastía de los hermanos Kennedy, murió de cáncer cerebral a finales del mes pasado.
Señor Presidente:
Quería escribirle unas palabras finales para expresarle mi agradecimiento por su reiterada bondad personal hacia mí, y por última vez, para saludar su liderazgo que ha devuelto a nuestro país su futuro y su verdad.
A nivel personal, usted y Michelle se han comunicado con Vicki, con nuestra familia y conmigo de tantas formas diferentes. Usted ha ayudado a que estos meses difíciles sean un momento feliz de mi vida.
Usted también ha hecho que sean un momento de esperanza para mí y para nuestro país.
Cuando pensé en todos los años, todas las batallas y todos los recuerdos de mi larga vida pública, sentí la confianza de que en estos días finales y en que, aunque yo no esté allí cuando ocurra, usted será el presidente que, por fin, promulgue la ley de reforma de la salud que es el gran tema no concluido en nuestra sociedad.
ara mí, esta causa se ha prolongado décadas; ha sido decepcionante, pero nunca finalmente derrotada. Fue la causa de mi vida. Y en el último año la perspectiva de una victoria me mantuvo y el trabajo para lograrla me dio energía y determinación.
Habrá batallas, siempre las hubo, y nuevamente están en curso. Pero a medida que avanzamos en estos meses, aprendí a no escuchar los llamamientos a retroceder y a saber que usted se mantendrá con la causa hasta que se triunfe.
Advertí en usted la convicción de que el momento es ahora y fui testigo de su compromiso y conocimiento inclaudicables de que la atención médica es un tema decisivo para nuestra futura prosperidad. Pero usted también nos ha recordado a todos que tiene que ver con más que cosas materiales, que lo que afrontamos es un asunto moral, que no están en juego sólo detalles de política, sino principios fundamentales de justicia social y el carácter de nuestro país.
Y también debido a su visión y resolución, llegué al convencimiento de que pronto, muy pronto, todos dispondremos de una cobertura de salud asequible, en un EE.UU. donde el estado de la salud de una familia no dependa nunca de la riqueza de esa familia.
Y aunque no veré la victoria, pude mirar al futuro y saber que sí, sí, cumpliremos nuestra promesa de que la atención médica en EE.UU. es un derecho, no un privilegio.
Por último, permítame manifestarle nuevamente el orgullo que sentí de ser parte de su campaña así como por haber sido parte en los primeros meses de una nueva era de grandes propósitos y logros. Ingresé en la política con un joven presidente que inspiró a una generación y al mundo. Me proporciona una gran esperanza el hecho de que al irme, otro joven presidente inspire a otra generación y una vez más, en nombre de EE.UU., inspire a todo el mundo.
En fin, le escribo para agradecerle una última vez como amigo y para apoyarlo una vez más por el cambio y el país en que nos podemos convertir.
En la Convención de Denver en la cual usted fue designado candidato a presidente, yo dije que el sueño seguía vivo.
Terminé esta carta con la inquebrantable fe de que el sueño se concretará para esta generación y se preservará y aumentará para las próximas generaciones.
Con profundo respeto y sincero afecto,
Edward Kennedy