General Motors venderá Opel a la austríaco-canadiense Magna bajo "ciertas condiciones"
- Peligran 25.000 puestos de trabajo de Opel en Alemania
- El Corsa podría pasar a fabricarse en Figueruelas
- No se conocen todavía los detalles del acuerdo empresarial
El consorcio automovilístico estadounidense General Motors (GM) está dispuesto a desprenderse de Opel y venderlo, bajo ciertas condiciones, al fabricante de componentes austríaco-canadiense Magna.
Según indicaron fuentes próximas a las negociaciones, los detalles de la venta a Magna deberán ser negociados todavía.
Ha sido una mañana de nervios y de informaciones contradictorias. La última la ofrecía la DPA, agencia alemana de prensa, citando fuentes empresariales a la una y cuarto de la tarde.
Al parecer,el consejo de administración de General Motors estaría dispuesto a la venta de Opel a Magna, la empresa austriaco canadiense que ha contado desde el primer momento con el respaldo del gobierno alemán.
Pero esta venta estaría sujeta a condiciones, es decir, más dinero además de los 4.500 millones que Berlín habría puesto sobre la mesa para salvar el mayor número posible de los 25.000 puestos de trabajo que están aquí en juego.
Hasta ahora se ha hablado de que peligran concretamente las factorías de Bochum y Eisenach, y de que la producción del Corsa en Eisenach podría pasar a la planta de Figueruelas que cuenta con una plantilla de 7.439 trabajadores y sobre la que pesan tres ERE.
Y junto a las especulaciones e informaciones contradictorias, silencio oficial: ningún representante del gobierno alemán ha hecho cualquier declaración o comunicado para arrojar algo de luz a este asunto, clave para Angela Merkel a 20 dias de las elecciones generales.
Se confía en que en las próximas horas un representante de General Motors venido desde Detroit concrete lo que hasta ahora son sólo informaciones periodísticas.
Magna, Gaz y Sberbank
Magna, quien presenta una oferta en cooperación con el fabricante ruso Gaz y el banco Sberbank, es el único ofertante por el que el gobierno y los Länder alemanes estaban dispuestos a ofrecer ayudas públicas.
Tras la firma de una declaración de intenciones entre GM y Magna a finales de mayo, el Estado alemán concedió a Opel un crédito puente para garantizar su supervivencia hasta la firma de un contrato definitivo.
Según informaciones del ministro alemán de Economía, Karl-Theodor zu Guttenebrg, este crédito de 1.500 millones de euros debería alcanzar hasta enero.
El precontrato con Magna preveía que GM siguiera manteniendo el 35% de las acciones del negocio europeo.
Sobre la mesa se encontraba además una oferta del inversor belga RHJI, filial del fondo estadounidense Ripplewood.
En los último días, sin embargo, había cobrado peso entre los corrillos políticos y periodísticos la posibilidad de que GM aprovechara su recuperación económica para quedarse con Opel, habida cuenta de la importancia tecnológica de su filial europea.