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El empresario italiano acusado de pederastia en Brasil abandona la cárcel

  • Giuliano Tuzi estaba encarcelado por un presunto delito de pederastia
  • Una pareja le denunció por acariciar y besar a su hija, una niña de 8 años
  • La policía arrestó al presunto pederasta pese al intento de explicaciones
  • Tras los primeros días encarcelado, Tuzi ingresó en un hospital por ansiedad

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Unas vacaciones inolvidables aunque él deseará olvidarlas cuanto antes. El empresario romano Giuliano Tuzi ha vuelto a la calle tras una semana en una cárcel brasileña por un supuesto delito de pederastia. Mañana llegará junto a su mujer e hija a Italia.

Una pareja denunció a este hombre por acariciar y besar a su hija, una niña de ocho años, en la piscina de un hotel.

La policía arrestó al presunto pederasta pese al intento de explicaciones porque él, en realidad, jugueteaba con su hija. Los ojos recelosos de los castos denunciantes vieron abusos, donde sólo había juegos de un padre y su hija.

Las fuerzas de seguridad se lo llevaron. Tras los primeros días encarcelado, Giuliano Tuzi tuvo que ingresar en un hospital debido a una crisis de ansiedad.

El juez no escuchó a su esposa ni a la niña. Sólo lo ha liberado tras tomar declaración a los empleados y turistas del hotel.

La legislación brasileña es dura contra la pederastia y de haber seguido adelante el proceso, Tuzi se arriesgaba a una pena que va de los 8 a los 15 años de cárcel.

Los denunciantes mantienen que los juegos eran impropios. Pero, más que nunca en este caso, el pecado no está en los hechos sino en los ojos infectados de sospecha de quien mira.