Merkel y Steinmeier, cara a cara sin reproches
- La canciller alemana Merkel y su principal rival Steinmeier han debatido en televisión
- Ha prevalecido la defensa de la gran coalición consevadores-socialdemócratas
- Es el único debate de la campaña y sólo el cuarto en la historia del país
La canciller alemana, Angela Merkel, y su principal contrincante en las elecciones generales del 27 de septiembre, el vicecanciller, Frank-Walter Steinmeier, se han presentado en el único debate televisado de la campaña más como dueto que en un duelo.
El enfrentamiento transcurrió en un tono civilizado y hasta distendido, con escasos momentos de controversia. Según una encuesta de la televisión ZDF, el 28% de los espectadores ha visto mejor a Merkel, el 31% a Steinmieier y un 40% a los dos por igual.
"Hemos trabajado bien, y algunas cosas posiblemente sólo las conseguimos llevar a cabo porque gobernamos en gran coalición", ha dicho Steinmeier al abrir el debate.
En términos similares se manifestó Merkel, aunque los dos han subrayado que la gran coalición no es una elección deseada sino "el resultado del voto popular" y debe ser la "excepción y no la regla en una democracia".
Steinmeier ha advertido contra el giro mercantilista que podría dar la Unión Cristianodemócrata (CDU, conservadora) de Merkel si finalmente coaliga con los liberales del FDP. De hecho, la canciller ha vuelto a exponer su preferencia por una alianza con este partido que con su aliado actual.
Los puntos en común han quedado reflejados en la defensa de ambos de la venta de Opel a Magna, o en la decisión de aumentar el déficit como instrumento para salir de la crisis.
Las diferencias de matiz se han hecho patentes en los dos puntos de disenso tradicionales: la propuesta socialdemócrata de introducir un salario mínimo, que Merkel rechaza, y el futuro de la energía nuclear, donde la canciller apuesta por prolongar la vida de las centrales mientras que Steinmeier exige mantener el calendario de cierre.
Merkel ha defendido además una rebaja fiscal como incentivo para impulsar el crecimiento, mientras que Steinmeier ha sostenido que ese tipo de propuestas minan la credibilidad de un partido, habida cuenta de la imposibilidad de llevar a cabo esa clase de medidas en tiempos de crisis.
En política exterior, el único tema abordado ha sido Afganistán, donde ambos han evitado la controversia y han comulgado respecto a la necesidad de establecer cuanto antes un calendario de retirada, y acelerar las medidas para que el país pueda valerse por si mismo.
Se prevía una audiencia muy elevada (20 millones de personas) ya que se trata de un acontecimiento excepcional en el país: se trata sólo del cuarto debate de este tipo en la historia.
Los sondeos pronostican un castigo para los dos grandes partidos, por lo que será clave el resultado de los minoritarios liberales, verdes y de La Izquierda, como se demostró en los recientes comicios en tres estados.